Una cara agresiva tenía el cuarto de la tarde, un animal que tenía una estampa muy seria y que no hizo cosas buenas de inicio. Manuel José Bernal fue el encargado de picar al animal. Jarocho lidió al de Lagunajanda, dejando Roldán los palos en el primer encuentro que salieron escupidos. Fácil anduvo Gómez Pascual en su rehilete. No tuvo suerte Del Álamo tampoco con su segundo toro de la Feria, un animal incómodo para estar delante y además aplomado en los compases muleteriles del salmantino. Silenciado tras estoquearlo.
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