En el siglo XXI lo que se lamenta de los 3 avisos 3 es el bochornoso espectáculo ad hoc con una serie de agresiones al animal entre un batiburrillo de chispeantes y capotes hasta que en la manilla del cronómetro salta la alarma.

3 AVISOS 3 CONCEPTOS (A mi admirado D. Mora)

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EDITORIAL / PEDRO J. CÁCERES

Programa "la Divisa" del 15 de mayo 2017



3 AVISOS 3 CONCEPTOS


El hecho excepcional de lo que llevamos de San Isidro ha sido el sonar de los tres avisos a David Mora en el 5º toro de “El Pilar” en el festejo del pasado sábado.

Y matizo lo de los “3 avisos” como atenuante de “toro al corral” o “dejarse un toro vivo” que cada una de estas 3 expresiones 3 tiene su enjundia.

Precisamente en el desbroce de estos 3 términos 3 lo que no hace mucho era una tacha que acompañaba al matador en cuestión durante toda su carrera ha pasado a ser una anécdota. Tal que muchos biógrafos y estadísticos “leotarderos” omiten el dato (o los datos) de “toros al corral” o “dejárselos vivos” en sus “obras completas” a partir de los protagonizados por José Tomas en 2001 en Madrid como en Salamanca en el 2000 en otra colaboración impagable de la “tomatosis” a la regeneración de la tauromaquia.



Para distinguir entre el bloqueo mental, la impericia o la imposibilidad que ofrezca el astado para recibir su muerte (como pudo ocurrirle a Eugenio de Mora, que lo superó con mente fría y gran capacidad profesional) o la voluntariedad indolente como plus de los condicionantes anteriores habrá quienes sugieran para el fatídico tercer pañuelo color distinto al inodoro, incoloro e insípido tan servil para todo como discriminatorio en tal circunstancia.



Ahora, en serio, en el siglo XXI, con esta tauromaquia y sus circunstancias lo que se lamenta de los 3 avisos 3 es el bochornoso espectáculo ad hoc con una serie de agresiones al animal entre un batiburrillo de chispeantes y capotes hasta que la manilla del cronómetro de la alarma.

Un crono, implacable, que sabe cuándo termina pero no cuando empieza a contar desde la primera agresión según el saldo que el matador disfrute por el metraje del trasteo muleteril por lo que el desagradable espectáculo puede durar desde 0 hasta 14 minutos. En cualquier caso la circunstancia por desagradable se hace eterna como si los minutos fueran de centenares de segundos.


Todo ello es aprovechado por el oportunismo antitaurino como munición pesada para atacar con hechos (aun fuera de contexto) al toreo. Y aquellos que han acudido por primera vez o no son asiduos, antes que interesarse por La Fiesta empiezan a mostrar su cuestionamiento.



Creo existe reglamentación en otros países taurinos, y no sé si en alguno de los denostados 17 de aquí (España), donde se regula el tiempo de la suerte de matar para que esta no sea una desgracia.

Incluso en Colombia, muy sensibilizados con las múltiples agresiones de acero para acabar con un toro, se han planteado, o han ensayado, soluciones. Respuestas hoy extremas pero que en un futuro no lo serán tanto. Hay que hacérnoslo mirar.



Volviendo a David Mora héroe, mártir y cónsul triunfador en Madrid no hace falta mandarle ánimos porque sobrado está de madurez y consciente que (en juego de palabras) “la mancha de la mora, con otra verde se quita”. Verde como uno de sus ternos favoritos, verde esperanza de cambiar 3 avisos por 3 orejas o 3 faenas de las que nos tiene acostumbrados por que los avisos malditos no implicaron “toro al corral” y mucho menos “que se le fuera vivo”; aunque algunos piensen que con la muleta no lo cuajó, todos están de acuerdo que los más ligados y templados redondos y naturales de la tarde los protagonizó él en ese toro.



Si se añora esperando a unos (y no me gusta señalar) con más motivos a otros porque o todos moros o todos cristianos.

Las citas son el próximo 18 y el 2 de junio. Espero estéis a la altura “afisión de Madrid”.

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