Pepe Moral, golpazo y dos orejas con olores a Príncipe con la de Miura en Sevilla

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EMILIO TRIGO / FOTOGALERÍA: ARJONA-APGÉS


La última de la Feria de Abril tenía lugar en la tarde de este domingo en la Real Maestranza de Caballería de Sevila, una corrida de toros con el tradicional hierro de Miura. En el cartel, tres toreros sevillanos como Antonio Nazaré, Pepe Moral y Esaú Fernández.


Salió de la tarde con un trote chochón, cansino, manifestando una alarmante falta de fuerzas. Nazaré se estiró un par de veces con templanza y buen juego de brazos pero su astado se derrumbó a las primeras de cambio. Se protestó el Miura que estuvo en la línea media de la devolución. Unas veces se caía y otras no. Lo cierto es que no dijo nada con una embestida insulsa a media altura y muy deslucida. El sevillano, Nazaré, contrariado por la falta de colaboración de su oponente, planteó un trasteo con mucha suavidad más allá del tercio. Antonio lo desarrolló principalmente por el pintón derecho por donde dejó alguna pincelada de su buen gusto. Superior el de Dos Hermanas a tan descafeinado Miura. La estocada tendida y varios descabellos silenciaron su labor tras aviso.


Tuvo otro aire el segundo de la tarde. El Miura acometió a todos los burladeros con un trote característico y mejores presagios que el anterior. El palaciego derramó buenos lances a la verónica y algún detalle pinturero. Igualmente en el quite con sevillanía abelmontada. Se dejó el miura con nobleza en la ascendente faena de Pepe Moral. Poco a poco fue subiendo el interés de su actuación. Corrió la mano para alargar la embestida del manejable oponente. Tuvo gracia su notable y una tanda de naturales de buen corte y recorrido. Estocada y oreja al esportón.


Esaú no dudó en atravesar el ruedo para recibir a su primero a portagayola. El camero ya había presentado sus intenciones en un buen quite por chicuelinas en el toro anterior. Esaú se plantó en el portón de los sustos y bien que nos asustamos. El camero fue arrollado por el tercero que salió directo al sevillano y quedó a merced en el suelo volteando aparatosamente al joven diestro. Momentos muy angustiosos los vividos con un Esaú conmocionado en el albero. Se recompuso la desordenada lidia y también Esaú que salió de la enfermera. Otro gran sobresalto llegó en banderillas con Curro Robles cuando el tercero lo cogió por el pecho y lo levantó del suelo. Tremendo susto que a Dios gracias quedó en eso. El camero brindó al respetable y sin probaturas se puso a torear a diestras. Un sincero matador que muletó con compostura a un astado agarrado al suelo y muy mirón. Se puso en el sitio Esaú y construyó una faena a base de oficio y tesón. La cosa transcurria con emoción hasta que el toro se partió una mano y todo quedó en el esfuerzo del sevillano. Buena estocada y ovación.


De poder a poder sobre los pies y como mucho sabor recibió Antonio Nazaré al cuarto. Resultó muy bello el saludo del sevillano a un toro que descompuso la lidia en varas y en banderillas. Acudió como un rayo a los jacos e hizo pasar mucha fatiga a los de plata. Miura duro para las cuadrillas. Nazaré se jugó el tipo con franqueza ante el segundo de su lote. Muy profesional y sincera faena de Antonio que supo entender a su oponente y tragarle de lo lindo. Muy áspero el Miura con viaje corto y orientándose a medida que avanzaba la faena. Nazazé hizo un gran esfuerzo sin pesarle nunca el tragantón que estaba pasando. Fue una labor para buenos aficionados y profesionales que supieron valorar el buen toreo "cayado" que realizó el sevillano. Nazaré se pegó un tragantón ante un Miura de los antiguos y además le corrió la mano con mando. Demostración de capacidad y buen hacer. Antonio acarició la oreja pero el descabello se la quitó. Ovación con saludos.


Regresó Esaú de la enfermeria para estoquear al sexto. El camero estaba con los galenos por encontrase algo mareado. Saltó al ruedo el cierraplaza que era un tren de largo y alto, al que Esaú toreo con soltura a la verónica. Se gustó en su recibo. El sexto, que brindó al maestro Emilio Muñoz tuvo quince embestidas que las aprovechó el camero. Esaú entendió a su astado y le trazo una faena justa, cruzándose siempre al pitón contrario y buscando la reunión frontal. Además de su temple el camero mostró su buen gusto en series ligadas y sin dejar pensar a su oponente. Eso fue una de las claves para que el director de la banda atacara el pasodoble. Buen toreo de Esau por ambos pitones aunque más intenso por el derecho. Acarició el trofeo por el notable quehacer realizado pero los aceros se lo restaron. Ovación.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Última de la Feria de Abril. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada.

Seis toros de Miura.

Antonio Nazaré, silencio tras aviso y ovación.

Pepe Moral, oreja y oreja.

Esaú Fernández, ovación y 

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