Juli, tres orejas; López Simón, a muy alto nivel, incita al público y presidente a un indulto excesivo de un buen "garcigrande" en Valencia

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JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO


Cerraba Valencia su Feria de Fallas en la tarde de este domingo con una corrida de toros con el hierro de Garcigrande-Domingo Hernández. En el cartel, tres toreros muy del gusto de la afición levantina: El Juli, Alejandro Talavante y López Simón. A las cinco en punto de la tarde arrancaba el paseíllo.


"Tapabocas” llevaba por nombre el primero, con el hierro de Garcigrande, nacido en febrero de 2013, con 565 kilos de peso. Suave pero poderoso a la verónica toreó El Juli, que conectó ya de inicio con el respetable. José Antonio Barroso, que debutaba a las órdenes de El Juli, picó al primero de la tarde. Por chicuelinas ajustadas y una larga torera fue el quite de Alejandro Talavante. Buen par de baderillas en primer lugar dejó José María Soler. Tras brindar a Adrián, obligó ya desde el inicio al toro con la mano baja en un inicio muy torero. Por derechazos fueron las tres primeras tandas antes de que comenzara a sonar la música, llegando arriba también cuando cogió la mano izquierda, ejecutando un toreo de mano bajísima. Debió hacerle frente a la brisa que cada vez iba a más, por eso debió llevarse el toro a terrenos del tercio para subsanar esa inclemencia. Por derechazos y en circular consiguió conectar en los últimos compases del trasteo, matando de una estocada entera. Oreja.


De 536 kilos era el segundo de la tarde, con cara, al que Alejandro Talavante recibió por un ramillete de verónicas airosas. Manuel Cid picó al animal, que no peleó con celo en la primera vara y, tras las tafalleras de López Simón en el quite, tampoco brilló el animal en la segunda puya. Lidió Valentín Lujan a un toro al que le soplaron grandes pares Juan José Trujillo y Julio López. Originalísimo fue el inicio de faena de Talavante, comenzando con el cartucho de pesccao para enlazar con naturales con la rodilla genuflexa pero en redondo en el mismo centro del ruedo. La segunda tanda también tuvo especial calado, pues un torero rendido a la espontaneidad fue descubriendo el gran concepto que le espera al 2017 con Talavante. Por naturales prosiguió el trasteo del extremeño ante un animal que se empleaba pero perdía por momentos las manos. Espeluznante fue el final de faena, también con la mano zurda, en un arrimón diabólico en el que el toro le rozó el muslo con el pitón. Entró muy derecho en la primera ocasión a matar, pinchando y resbalándose el acero. A la segunda enterró la espada trasera, casi entera y un punto atravesada. Ovación.


533 kilos tenía el tercero de la tarde, primero del lote de López Simón, de nombre "Delirio”, número 86, al que recibió por verónicas en las que lo mejor fue la larga a una mano que cerró el ramillete. Buena fue la primera vara de Tito Sandoval, que llegó arriba y fue aplaudida por el respetable por su proposición, colocación y desarrollo. Domingo Siro y Jesús Arruga parearon a un animal que lidió con cuatro capotazos, ni uno más ni un menos, Vicente Osuna. A su padre y a su abuelo, que falleció hace unos días, fue el brindis en el momento en el que se armó un alboroto en el tendido, amansado por la Policía Nacional, que desalojó a los intervinientes. De rodillas en el tercio comenzó su labor Simón, que se lo pasó por la espalda en la siguiente tanda. Sin darle tiempos fue la faena, prosiguiendo una tanda tras otra por derechazos con más voluntad que pulcritud en su trazo. Bernadinas fue la suerte elegida para epilogar trasteo, matando de dos pinchazos y una estocada media de las que tardó en caer el toro. Silencio tras aviso.


"Malagueño” llevaba por nombre el cuarto de la tarde, castaño, con el hierro de Domingo Hernández, con 530 kilos de peso. A la verónica lanceó Juli al animal, a pies juntos tres de ellas. Salvador Núñez picó a un toro que apretaba hacia afuera pero lo hacía con los riñones. Suave y templada fue la lidia de José María Soler, pareando de forma efectiva y rápida Álvaro Montes y Fernando Sánchez. Aguantando miradas fue la faena de Juli, a un toro falta de entrega que no tenía embestida empleada ni por derecho. Le sonsacó momentos aislados en las tandas iniciales hasta que llegó el arrimón y el cambio de terrenos de la segunda parte de la faena. Fue por circulares por donde toreó Juli en ese momento, encunándose entre los pitones del de Domingo Hernández. Le buscó las vueltas al toro y consiguió conectar e incluso tras el arrimón final levantar al respetable del tendido. Un espadazo trasero y un punto atravesado fue el final de la lidia, cortando dos orejas. Se le dio también de forma excesiva e injusta la vuelta al ruedo al toro en el arrastre, algo que el público no solicitó y lo sacó el palco por su propia cuenta.


Cuello largo mostraba de salida el quinto de la tarde, con el hierro de Garcigrande, al que Alejandro Talavante saludó por verónicas. Miguel Ángel muñoz, de blanco y azabache, le propinó los puyazos al animal, lidiando Trujillo. A su aire tomaba las telas el toro a partir del segundo muletazo, defecto que fue corrigiendo a base del toque Talavante a lo largo de la lidia. Siempre asentado, con la verticalidad en el toreo y la largura en sus muletazos cuidó el defecto que tenía el animal de perder las manos por su falta de fuerza. Muy cerca se lo pasó al natural, exponiendo el pacense y toreando de verdad. De pinchazo triple y media despachó al toro. Silencio.


Colorado ojo de perdiz era el cierraplaza, al que recibió a la verónica López Simón sin tanto acelero como en su oponente anterior. Ángel Rivas picó a un toro que salió suelto y estuvo a punto de perder el pie en el topetazo y caer encima del toro, derribándolo y tomando el olivo el piquero en un momento de desorden. En el sitio justo cayó la segunda vara, pero siendo leve el puyazo y pidiendo López Simón enseguida el cambio de tercio. Torerísimo fue el par de Jesús Arruga, recibiendo una ovación Vicente Osuna por dos soberbios pares al animal. Al público fue el brindis con la diana floreada sonando. En el centro del anillo se lo cambió el madrileño, espeluznante el primer péndulo. Galopando y con movilidad fue en la segunda tanda, sin llegar a humillar del todo, pero permitiendo bajar la mano por momentos a Simón. Repitió el de Garcigrande también a la zurda del de Barajas: largo lo llevó al natural, quedándose en el sitio y ligando ante un toro que no se cansó de embestir con más movilidad que clase a los trastos del joven matador. Entre la petición de indulto del respetable siguió toreando. Tras manoletinas, el palco decidió indultarlo.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Valencia. Undécima de la Feria de Fallas. Corrida de toros. Lleno.

Seis toros de Garcigrande-Domingo Hernández, el sexto, de nombre "Pasmoso", premiado con el indulto.

El Juli, oreja y dos orejas.

Alejandro Talavante, ovación y silencio.

López Simón, silencio tras aviso y dos orejas simbólicas. 

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