Fue un auténtico impacto el año pasado. Ya este año, sin ese factor, ha seguido consolidándose como la figura joven, alternativa del momento al poder establecido en la cúpula de los matadores. Este invierno comenzó con el escapulario de oro en Perú y un triunfo rotundo en Bogotá.

Roca Rey: “Lo más bonito que le puede pasar a un torero es ver cómo llevas gente a la plaza”

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Fue un auténtico impacto el año pasado. Ya este año, sin ese factor, ha seguido consolidándose como la figura joven, alternativa del momento al poder establecido en la cúpula de los matadores. Este invierno comenzó con el escapulario de oro en Perú y un triunfo rotundo en Bogotá. Andrés, buenas noches.


Buenas noches.


Bueno pues ya nadie puede hablar del factor sorpresa sino del factor torero con la espada y la muleta delante del toro, que es donde está la verdad.


La verdad que ha sido una temporada bonita la del año pasado, con triunfos y percances. Nada, en América también se han dado las cosas bien, he podido triunfar y sentirme torero. Creo que es lo más importante. Ahora estoy en España con ganas de comenzar en Olivenza.


Olivenza, Sevilla, Valencia, Castellón, se supone que Madrid… todo hace ilusión, pero la mayor es el Domingo de Resurrección en Sevilla. La puerta grande de Madrid la conoces y la del Príncipe la rozaste.


Tengo ganas de llegar a esa plaza. Es lo más esperado para los toreros. Es la ciudad donde vivo, cerca de allí, y es como si fuese mi ciudad en otras palabras. Sería bonito poder triunfar ahí. La Puerta del Príncipe es como un sueño.


Ha sido una temporada invernal en América que comenzó con Perú, donde eres un ídolo, hasta Bogotá. Por medio éxitos en Ecuador, México… ¿con qué tarde te quedas?


Con muchas tardes y muchos días. La de Lima, que tuve la suerte de triunfar en mi tierra. Se presentaron días especiales para mí. Luego las dos tardes de Bogotá, que pude cortar cuatro orejas. Pero sobretodo la reinauguración, donde se vivieron momentos bonitos. Antes del paseíllo la gente estaba llorando de emoción, y eso te motivaba. Fue tarde bonita. En México y Ecuador también se han dado bien las cosas. Pero eso ya pasó.


En España tienes una particularidad que ya se notó el año pasado. Hemos denotado algo importante, porque triunfar triunfan muchos toreros, jóvenes y figuras, pero estás llevando gente a las plazas. Lo más importante tras los triunfos es que tus actuaciones se cuentan por extraordinarias entradas.


Creo que en la gente lo importante es que tenga interés por verte, por saber si es verdad lo que se habla, que quieran volver. Es lo más importante para un torero. Por eso esta temporada hay que jugarse de nuevo la vida y tratar de que la gente no vea estancamiento, sino evolución constante y ganas. Contento de poder tener esa oportunidad.


La temporada del 2016 ha sido la primera en España como matador de toros. Pero en esta temporada Americana, quizá con un toro más difícil por lo más lento que embiste, sí has evolucionado no sólo en valor sino en técnica depurada, sobre todo un gustarse a sí mismo para gustar a los demás, ¿en qué has estado trabajando durante este tiempo en esa evolución lógica de un torero tan joven?


Se van queriendo muchas cosas. Eso se hace muy difícil. Creo que se intenta poco a poco tener ese muletazo que te gusta, ese muletazo con más profundidad, para torear más despacio. Se van cogiendo pequeños detalles en las faenas que luego hacen grandes momentos. Esos detalles fuera o dentro de la cara del toro, vas buscando cosas y en eso consiste todo. No se pueden dejar las ganas, jugándote la vida cada tarde. En otras palabras es a lo que va la gente a verte.


¿Es cierto que el toro americano ayuda a coger pulso y temple?


Sí, sobre todo no dejar de torear. No te da tiempo ni a pensar en nada y ya estás toreando en América y terminas allí y estás aquí. No dejas de torear, estás delante de la cara del toro. 



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