Creo que como todo el mundo sabe el toreo siempre ha tenido justicia, y el toreo se ha reflejado en contratos. Me ha dolido mucho después del triunfo del año pasado no estar en Fallas. Yo tengo también el punto de sentimiento de saberme fuera de una feria que me merecía

José Garrido: “Más allá de no estar en Fallas, yo venía a Colombia a enamorar a esta afición”

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Ha sido todo un acontecimiento. Se presentaba en Bogotá, con su espada y su muleta. Nada más. Su corazón y su tauromaquia. Ha sido satisfactorio en España que uno de los acontecimientos que marcará la temporada ha sido el indulto de Garrido en Colombia. José Garrido, buenas noches.


Qué tal, buenas noches.


Encantado de hablar contigo.


Muchísimas gracias. Estoy feliz por ello. Lo que he vivido aquí es algo emocionante, no me cambio por nadie.


En un momento importante en tu carrera, además. El 2016 se ha cuajado de éxitos, con los demás toreros emergentes. Llegas a América, a Colombia, y besas el santo.


Sabemos todos que las temporadas de un año a otro se desvanecen. Parece que en mi caso tengo siempre que volver a empezar. Este triunfo en Bogotá, con todo lo que representa para la libertad del toreo en América, triunfar con esa rotundidad me venía como anillo al dedo.


Tu condición, tu torero, tu capacidad, tu técnica… todos hemos visto de lo que eres capaz a lo largo de esta temporada, asumiendo retos y compromisos. Con Bilbao, que es como si fuera segunda tierra. No sé si en el subconsciente te pasaba por la cabeza que tenías que hablar donde hablan los toreros: con la espada y la muleta en la plaza, más allá de la injusticia de la ausencia de Fallas.


Creo que como todo el mundo sabe el toreo siempre ha tenido justicia, y el toreo se ha reflejado en contratos. Me ha dolido mucho después del triunfo del año pasado no estar en Fallas. Yo tengo también el punto de sentimiento de saberme fuera de una feria que me merecía. La mentalidad ha sido esa y ha repercutido así en España.


Eso es combustible que se echa al tanque, contestando con la espada y la muleta como ha ocurrido en Bogotá. El Domingo de Resurrección en Madrid se reeditará la tarde de Otoño.


Las piedrecitas que a uno le van poniendo en el camino uno las acumula, y cuando va pesando, pueden pasar dos cosas: que te vengas abajo o saques fuerzas del corazón y tires hacia adelante. Nunca me han puesto las cosas fáciles a mí, no lo pido, pero sí que me den el sitio que merezco.


De todas formas, eres un torero muy joven, pero estás instruido. No sé si hay que tener más valor en estos momentos para ponerse delante del toro, o para optar con una carrera independiente sabiendo que no tiene cromos que cambiar.


Es difícil pero es lo que he preferido. Lo que he elegido. Por eso estoy en este barco, feliz, satisfecho, consciente de que solo dependo de mi espada y mi muleta y todo eso hace que me venga arriba y dé la cara de la forma que lo estoy haciendo.


Cómo has vivido el ambiente de Bogotá. De contrasentidos. Por un lado la euforia de la reapertura, no sé si te ha pillado la decisión del Constitucional. Qué ambiente se vive allí.


Me subí al avión tras la decisión de la corte, sin saber si iba a torear o no. Bogotá, Colombia, esta temporada tan importante. Cerré los ojos y tiré hacia adelante. Negret está luchando aquí en Colombia por los intereses de la Fiesta. Todo lo que he vivido ha sido a favor para que esto siga. Es cierto que hay una minoría de gente en contra pero creo que las ganas y la dedicación y el trabajo que están poniendo es muy fuerte y también creo que es algo que deberíamos aprender. Se está luchando a capa y espada.


Deberíamos de aprender muchas cosas de ellos y de Francia. ¿Tan bueno fue el toro de Mondoñedo o las manos fueron buenas?


Vine a Bogotá con esa corrida y, sinceramente, lo que me hablaba todo el mundo era de echarse las manos a la cabeza. Pero era la historia mal contada. Tuve la suerte de tentar allí, me divertí, y la corrida tuvo plena emoción, todo el aficionado palpó el peligro pero la emoción que derramaba la bravura. El toro indultado fue bravo, fiero, con transmisión y emoción, que tenga importancia lo que hace el torero. Tuve la suerte de encontrarme con ese toro, 329, Tocayito, al que disfruté como nunca lo había hecho. 

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