CASTELLA ¡OLÉEE!

PUERTA GRANDE DE CASTELLA EN TARDE RECONCILIATORIA

+ El francés obtiene dos orejas; Roca Rey una, entre protestas; Payo se va de vacío

MARYSOL FRAGOSO

FOTO: PLAZA MÉXICO

La vuelta de Sebastián Castella a la Plaza México, ha dado vuelta a la página a su desangelada actuación anterior. Sus aires renovados trajeron a la memoria de la afición, el recuerdo de las dos orejas que cortó la temporada anterior a un toro de La Joya. En ese son ha abierto la puerta grande al cortar dos trofeos a un toro de Los Encinos, con bravura seca que fue premiado con arrastre lento. Por su parte, Andrés Roca Rey no termina de entrar en el gusto del público de la capital. Esta tarde, a pesar de su entrega, le protestaron el apéndice que logró con el tercero, incluso, regaló un astado con el que no se acopló. El Payo, ante un lote de menor posibilidad, logró estupendas series de naturales, pero más adelante, ya no conectó con el tendido.

En primera instancia, Castella contó con un burel de gran calidad que metió la cara muy abajo desde que salió de toriles. Por ello, su toreo de capa fue emotivo al desempeñarse por verónicas. Con la muleta fue dando pausa y distancia al toro. Sus tandas con la mano diestra generaron emoción. Terminó con temerarios redondos invertidos,una serie de trincherillas y una estocada desprendida.

Con el quinto empleó su inteligencia para meter al toro en el engaño. Le fue limando la embestida y siempre ganándole la intención, le sacó el fondo de bravura. Realizó una gran faena que cautivó con altas cotas de arte. Se lanzó sobre el morillo para dejar una estoca entera de efectos inmediatos. Recibió dos orejas y el toro fue premiado con arrastre lento.

Roca Rey hace su mejor esfuerzo en cada ocasión que torea en esta plaza pero no termina de convencer a la gente. Con su primero cortó una oreja pero le fue protestada por una mayoría, a pesar que había lidiado entre el viento, en una marcada exposición. Su serie de chicuelinas y tafalleras gustó, sin embargo, poco caló con la muleta, aunque como mató recibiendo y el toro rodó pronto, el juez atendió la petición que luego sería censurada. El séptimo se lesionó una manita por lo que regaló otro de la misma procedencia, ese toro fue el más pesado del encierro, tuvo movilidad pero derrotaba en el último tiempo del muletazo. Fue una labor de poco contenido y el peruano sufrió desarmes. No estuvo fino con el acero.

El Payo enfrentó al tercero y la bordó con las verónicas. El astado era muy bien cortado pero con poca transmisión. No obstante Octavio lo había visto claro con el capote y al tomar la muleta se decantó por una faena con la mano izquierda. Logró estupendas series de naturales relajados y con estética. Los fallos con el acero le hicieron perder una oreja. Con el sexto bajó la mano pero el toro pedía que lo llevaran a media altura, por ello, se esfumó la conexión con el tendido.

El rejoneador Jorge Hernández Gárate mejoró sensiblemente de su actuación en la décima corrida. Ahora lució al jinetear, al torear al estribo y poner banderillas. Terminó de un rejonazo atrás y debió usar el descabello.

FICHA

PLAZA MÉXICO

DOMINGO 29 DE ENERO. Duodécima corrida. Aproximadamente 18 mil aficionados en tarde fría.

UN TORO DEL VERGEL (rejones), justo de presencia y SIETE DE LOS ENCINOS, muy bien presentados. Destacaron el segundo y por su clase, así como el quinto por su bravura seca. PESOS: 470, 536, 520, 510, 535, 538 y 537 kilos.

JORGE HERNÁNDEZ GÁRATE:

Palmas

SEBASTIÁN CASTELLA (rosa y oro):

Saludos tras aviso y dos orejas

OCTAVIO GARCÍA “EL PAYO” (malva y pasamanería):

Silencio y protestas

ROCA REY (ladrillo y oro):

Oreja protestada, silencio y silencio en el de regalo