Zotoluco, Castella y Silveti, que indulta, ofrecen una gran tarde en Moroleón

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EMILIO MÉNDEZ

Se dio la primera de las dos acostumbradas corridas de toros de la afamada Feria del Señor de Esquipulas en Moroleón, México. Resultaron triunfadores Eulalio López ”Zotoluco”, quien cortó dos orejas en la tarde de su despedida de la afición moroleonesa; el francés Sebastián Castella, quien se hizo de tres apéndices y Diego Silveti al conseguir tres orejas y un rabo, siendo los máximos trofeos simbólicos por el indulto del estupendo astado "Gambusino” de la dehesa de Pepe Garfias para al final los tres espadas fueran paseados en hombros. Y el cuarto en el cartel, Luis David Adame, cuajó dos buenas faenas pero sin llegarlas a rubricar.

Así que ante un lleno en el coso "Alberto Balderas” se lidiaron cuatro toros de Pepe Garfias y otro tanto de Carranco, que se dejaron torear en términos generales, sobresaliendo el séptimo, de Pepe Garfias, "Gambusino” de nombre y que fue indultado.

En el toro que abrió plaza, de Pepe Garfias, llamado "Alpinista”, el mexiqueño Eulalio López "Zotoluco” lo recibió de hinojos cerrado en tablas con dos largas cambiadas y ya de pie veroniquear con buen desempeño. Su faena de muleta la inició en la zona de tableros con pases por alto de rodillas para luego ligar una faena magistral por ambos lados a un ejemplar con bravura y emotividad. Un trasteo pleno de oficio y buen trazo que siempre fue a más. Terminó de certera estocada para cortar una valiosa oreja.

A su segundo, el de la despedida de esta plaza, de Carranco, "Volver, Volver”, lo bregó con voluntad. Con la muleta, tras brindarle al empresario Pablo Álvarez, "Zotoluco” evidenció toda su sabiduría taurina en un trasteo lleno de entrega y torerismo, entendió muy bien a un astado que de principio se pensaba que no tenía nada pero gracias a la maestría del diestro de Azcapotzalco lo metió en el engaño para cuajarle la faena, sobre todo por el lado derecho teniendo como fondo musical las sentimentales notas de "Las Golondrinas”. Al final se le entregó la gente con gritos de ¡torero! Concluyó de estocada honda y por ello se le entregó un apéndice, dando emotiva vuelta al ruedo.

El galo Sebastián Castella en el primer ejemplar de su lote, de la divisa de Carranco, "Siempre Aquí” de nombre, al que le instrumentó un ramillete de verónicas templadas, ya con la sarga le comenzó una faena con pases estatuarios y seguir realizándola con mucha calidad por los dos perfiles, con temple y gustándose, conectando con el público para acabar de atinada estocada y por ello obtener un apéndice.

En su segundo, del hato de Pepe Garfias, Castella ejecutó con belleza una serie de verónicas. Brindó su labor de muleta a "Zotoluco” para iniciar tomado de las tablas con siete pases por alto sin moverse y seguir alternando tandas estupendas de templado toreo por los dos pitones, con sentimiento y buen gusto. Finiquitó de efectiva estocada y por ello se le concedieron las orejas.

En el primer burel que le tocó en suerte, del hierro de Carranco, "Revenido”, el guanajuatense Diego Silveti lo lanceó con empeño y mejor se vio en un quite por delantales. Con la franela empezó en los medios con dos péndulos, resultando el segundo muy ceñido hasta sufrir el desgarre de la taleguilla, incluido un rayón, para sin inmutarse cuajar un trasteo con el sello de la casa y que emocionó a la gente para finalizar con una serie de joselillinas sin ayudado. Mató de estocada, el toro dobló y se levantó en dos ocasiones, concluyendo de descabello para serle concedida una oreja.

En su segundo, un gran toro de Pepe Garfias, llamado "Gambusino”, marcado con el número 9 y con 482 kilos, que mostró clase, calidad y nobleza, Diego terminó por indultarlo luego de una faena en la que se dio gusto toreándolo con el capote y su desempeño muleteril fue a base de su personal tauromaquia, con pasajes de toreo largo y templado, además de variado con las dos manos. Manoletinas y en medio del contento general se le perdonó la vida al buen astado y a Silveti se le concedieron las orejas y el rabo simbólicos y la vuelta al ruedo con los ganaeros.

El aquicalidense Luis David Adame en su primer astado, de Carranco, le endilgó de manera variada tanto verónicas como chicuelinas, además de quitar vistosamente por zapopinas que le fue jaleado. Su quehacer muleteril se lo brindó de manera emotiva a su alternante Eulalio López "Zotoluco” para después en la zona de tablas iniciarlo con pases de lucimiento haciendo lujo de quietud y así seguir yendo a más en su faena plena de poder y mucho talento torero, destacando lo que hizo por el pitón derecho. Abrochó su labor por manoletinas pero falló al matar y todo quedó en aplausos.

Y en el que cerró plaza, de la dehesa de Pepe Garfias, incierto y rajado, poco le pudo hacer Luis David con el capote, aunque sobresalió un meritorio quite por chicuelinas que le fue festejado. Con la sarga, a base de raza, valor y evidente actitud intentó cuajar una faena entregada, destacando algunos muletazos aislados. Dejó una estocada en buen sitio pero sin el efecto necesario en el público para ser aplaudido.

FICHA DEL FESTEJO

MOROLEÓN, Guanajuato. Primera corrida de la Feria del Señor de Esquipulas. Coso "Alberto Balderas”. Entrada: Lleno.

Ocho toros, cuatro de Pepe Garfias y otro tanto de Carranco, que se dejaron torear en general, sobresaliendo el séptimo de Pepe Garfias que fue indultado, llamado "Gambusino”.

Eulalio López "Zotoluco”, quien se despidió de esta afición: Una oreja y una oreja en el del adiós.

Sebastián Castella: Una oreja y dos orejas.

Diego Silveti: Una oreja y dos orejas y rabo simbólicos de "Gambusino” de Pepe Garfias.

Luis David Adame: Palmas y palmas.

Al final, "Zotoluco”, Castella y Silveti fueron paseados en hombros.

Foto: Emilio Méndez

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