​La plaza más grande del mundo…mundial

EDITORIAL DEL PROGRAMA "LA DIVISA"

14.noviembre.2016

PEDRO J. CÁCERES

La plaza más grande del mundo…mundial

La Monumental de México ha dejado atrás la larga etapa del Dr. Herrerías para dar paso a un consorcio encabezado por el ganadero de Xajay, Javier Sordo, y el grupo de Alberto Bailleres (casi nadie al aparato).

La primera declaración de intenciones muestra una gran voluntad de cambio respecto de programación y carteles (lo de atrasar 30 minutos el comienzo del espectáculo es un arma de doble filo, pero irrelevante, por ahora)

Lo de programar fines de semana en vez del domingo aislado y hacer un ciclo de 4 carteles seguidos con motivo de “La Guadalupana” puede ser un buen reclamo para que la México crezca con espectadores nacionales, fuera del DF, e incluso con aficionados extranjeros en virtud de la fuerza programática.

Y, quizá, la variante, la novedad más interesante es darle un plus de categoría a las combinaciones (como veníamos predicando aquí, desde los tiempos de El Albero 1980/90) anunciando dos figuras extranjeras con un valor mexicano; siempre y cuando se cubra el cupo de nativos a lo largo de toda la temporada. Cuestión ésta a la que cerrilmente se oponen los toreros mexicanos, pero que de momento está en fase de contencioso y la cartelería inamovible.

Pero tal decisión no ha resultado a las primeras de cambio cuando el sábado Zotoluco, Manzanares y Talavante no fueron capaces de meter 1/3 de plaza (cuentan, y vimos –a ojo por la tele-) que no había más de 13.000 espectadores.

El domingo fue otra historia. El mano a mano, tras la baja de Luis D. Adame, de Joselito y Roca Rey reunió sobre las 20.000 o más.

Se pueden hacer muchas lecturas del “fracaso”.

Independientemente del problema principal y crónico de la México que es la presentación y el juego de los toros (el toro como el gran problema de Insurgentes desde tiempos inmemoriales) subyace el hastío todavía latente de la gestión anterior, la falta de hábito de acudir en sábado y… como ocurre en España con las grandes figuras (eso de billete grande y toro chico) su falta de tirón para justificar unos honorarios que hacen que las empresas no sujetas a pliego tasado tengan que subir de forma traumática el precio de las entradas.

La pescadilla que se muerde la cola y un aviso a navegantes de seda y oro que quieran hacer “las Américas” con el lema de “máximo rendimiento, mínimo esfuerzo”.

Artistas que no apuestan por su propia promoción (llegan un viernes y se van el lunes) y que hace tiempo perdieron, por voluntad propia, el contacto con la afición y el público en general.

La nueva empresa ha mostrado una buena voluntad acumulando festejos para llamar a la concentración de aficionados de todas partes en un viaje que merezca la pena, además de cubrir el cupo total de mexicanos y enfrentándose a los colectivos profesionales por el motivo apuntado.

Su pecado ha sido subir potentemente las entradas en las corridas de dos figuras europeas, pero también hay que entender que un empresario, del sector que sea, está para ganar dinero o al menos no perderlo; o no hacerlo hasta tirar la toalla.

La pelota está en el tejado de las figuras que o se ponen las pilas y se vacunan para que no les entre varicela cuando ven un micrófono, una grabadora o un bolígrafo mentalizandose que son ellos, en primera persona, los interesados en promocionar su mercancía, o se adaptan a ganar lo que generan, o la Monumental capitalina volverá a las andadas salvo de abusar de Joselito, achicharrándole, que hoy por hoy ha demostrado ser el matador de mayor tirón y rentable en el “embudo”.

Si no, tomará carta de naturaleza el dicho de “es la plaza más grande del mundo”: cierto, pero también en versión “porque nunca se llena”.

Como se hacen risas en España con cosos de no más aforo de 3.000 o 5.000 cementos…que no sillas.