el reportaje más completo que resume la feria de "El Pilar" con las voces de los protagonistas

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el reportaje de la feria de "El Pilar" con las voces de los protagonistas



EL AUDIO DEL REPORTAJE (AVANCE)


REPORTAJEZARAGOZA



Terminó la Feria de Zaragoza, un serial largo, con hasta nueve festejos, en el que la empresa Simón Casas Production ha vuelto a dar el do de pecho y se ha entregado para que haya sido todo un éxito. Una feria con los nombres propios de Jorge Isiegas, Andy Younes y Leo Valadez en el capítulo de novilleros; en el de matadores han resonado los nombres de Juan José Padilla, Morante de la Puebla, Alejandro Talavante, David Mora, Enrique Ponce, Hermoso de Mendoza y los heridos Fandiño, Javier Jiménez y Rafael Limón. Comenzamos a narrar tarde a tarde lo que ha ocurrido en La Misericordia de Zaragoza aquí, en LA DIVISA.



Y comenzamos de final a principio, porque lo más interesante acaeció el pasado sábado con una auténtica corrida de toros completísima, con el público satisfecho. Cerró el ciclo a pie una buena corrida de Núñez del Cuvillo que hirió a Padilla en el primero y le permitió expresarse en el sexto, dejó hacer el toreo en el quinto a Morante y permitió también a Talavante expresarse al natural.

El momento más dramático llegó al principio. Cuando Juan José Padilla se fue a chiqueros a recibir al primero, toro que acudió en rectitud y sin obedecer al capote de Padilla. El Cuvillo le propinó un tremendo porrazo al diestro, que quedó prácticamente inconsciente. Se derrumbó antes de entrar en la enfermería desmayado. Antes, dejó un sentido y emotivo brindis.


Por su parte, Morante de la Puebla destapó la verónica más acompasada y aterciopelada del interior de su ser en el quinto, del que cortó la oreja. Su toreo fue El Barroquismo sevillano talló su faena como la majestuosidad del altar de una catedral. Para los restos de los siglos, ahí quedó eso. José Antonio esculpió el toreo ante un buen toro de Cuvillo que embistió muy dulce, fijo y entregado a la muleta del cigarrero. Un punto venido a menos. Una oreja pero después de lo visto los apéndices son mero trámite. Aunque bien es cierto, que el premio era de dos y muy grandes. Esto decía de balance de su faena y de su temporada.

Alejandro Talavante cortó una oreja con fuerte petición de la segunda en cuarto lugar. El Cuvillo tuvo entrega y buen inicio del viaje y mucha nobleza. Un toro que permitió al "Alquimista" del toreo expresarse en plenitud. Alejandro nuevamente pareció jugar al toro puesto que hizo con él de todo. El extremeño abrió el abanico de su tauromaquia para disfrutes de los presentes y entregó en cada muletazo su propia alma. Sensacional Talavante con un verdadero compendio de estética y temple en una obra de extremada belleza. Alejandro incluyó de todo en su personal faena. Estocada casi entera, aviso y oreja.


Y nos trasladamos ahora unos días antes para narrar por orden cronológico la feria. El martes llegaba a la Feria del Pilar la presencia de Enrique Ponce, que cerraba temporada en Zaragoza. Le seguían en suerte Cayetano Rivera Ordóñez y Alberto López Simón frente a un encierro con el hierro de Juan Pedro Domecq. Se palpaba en el ambiente que era uno esos festejos grandes de la Feria y afortunadamente así fue. Una tarde cargada de emociones desde que se inició el paseíllo con una plaza a rebosar y con una terna que venía a brindar una gran tarde de toros. Corrida de buenas hechuras, con trapío pero sin estridencias y de condición noble, aunque no sobrada de poder. Lo mejor de la tarde llegó en las manos de Enrique Ponce, que aprovechó la calidad de un extraordinario cuarto para cuajarlo de principio a fin aunque tres pinchazos emborronaran su labor. Esto comentaba el maestro valenciano y así explicaba su faena:

Cayetano, por su parte, dejó el brindis especial dedicado a Adrián que desgranamos en el reportaje de actualidad sobre los hechos acaecidos. Esto comentaba tras dejar buenos momentos frente al segundo de la tarde:

López Simón cortó una oreja con fuerza del tercero, no teniendo suerte en el sexto. Esto comentaba el torero madrileño:


Y llegaba el Día del Pilar a Zaragoza, jornada grande para España y para la Comunidad aragonesa. A las seis en punto de la tarde y con la cubierta puesta por las inclemencias meteorológicas hacían el paseíllo en La Misericordia Juan Bautista, El Fandi y David Mora. Se lidiaba un serio encierro de Victoriano del Río. Una corrida de toros de exagerada cornamenta más típica de Sanfermines que del Coso de Pignateli. Un verdadero desajuste ganadero en presentación que embistió como su fea morfología, mal y sin clase.

El más destacado fue David Mora que vio cómo un palco rácano le quitaba un preciado despojo del sexto. Estuvo con un altísimo temple y poso ante sus dos diferentes astados. Un torero que se desmayó con facilidad y que ligó los muletazos con una extraordinaria desenvoltura. Muy buena tarde del madrileño. No lo fue así de Fandi y Bautista, que se vieron imposibilitados ante un lote de nulas opciones.


En la tarde del jueves, cuatro novillos de El Cahoso y dos de Los Chospes completaban el encierro ganadero en la quinta de la Feria del Pilar. En el cartel, tres novilleros con una gran temporada a sus espaldas: Leo Valadez, Andy Younes y Rafael Serna. Los dos primeros destacaron, saliendo a hombros con dos orejas en su esportón Younes tras una faena de buen gusto; una oreja cortó Valadez.


El viernes, Perera realizó la faena más compacta, Garrido expuso un toreo sincero y Marín ofreció frescura y arrojó. Se lidiaron stados de Daniel Ruiz dispares hechuras y de poco contenido. Bravo el primero de La Palmosilla también.

En el primero, Lástima que al de Javier Nuñez se le partió una uña de la mano izquierda porque el de La Palmosilla fue muy bravo y aun así, se quería comer la franela. Astado que todo lo quería por abajo y con amplitud de terrenos, sin agobios de espacio. Así lo entendió un firme Miguel Ángel Perera que planteó un traje a medida a su antagonista. Cumplió el guion que pedía el exigente astado y logró una completa labor donde brilló su ligazón y temple. El torero al natural fue de gran hondura.


Por su parte no tuvo suerte Ginés Marín con su lote, destacando con fuerza especialmente en un primero al que le pegó una arrucina soberbia de rodillas. Esto decía tras su labor:

José Garrido fue prendido sin consecuencias aparentes en su primero y se le paró el segundo de su lote.


Y esto fue lo que dio de sí la Feria Del Pilar de Zaragoza 2016. Un serial lleno de emociones, sentimientos, de toreo, también de sangre, pero sobre todo la tranquilidad de que una ciudad más ha disfrutado durante casi diez días de toros. 



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