Este año ha habido plazas en las que me hubiese hecho mucha ilusión haber estado. Una de ellas es Bilbao. Siempre que he ido he dado la cara. El año pasado corté una oreja a la corrida de Jandilla, pero este año ha salido así. En Valladolid corté dos orejas a un toro de Victorino y este año tampoco he podido estar

El Cid: “Muchos me decían que si estaba de vuelta… para nada, y mi momento lo corrobora“

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JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO


¿Cómo te encuentras antes de una triple cita importantísima como es la de Las Rozas, Mont de Marsan y Madrid?


Para mí es un cierre de temporada muy bonito. He mantenido un nivel bastante alto, disfrutando y la verdad que tengo mucha ilusión. Tengo ilusión por torear, por querer cuajar a los toros y eso hay veces que es difícil conseguirlo por tu estado. Ha habido tardes bonitas, importantes, triunfando casi todos los días y eso es señal de que está uno fresco, de que te salen las cosas.


¿Te molesta esa expresión de que “El Cid ha resucitado”?


Mucha gente creían que estaba de vuelta, muchos me decían que si me iba a quitar del toreo. Para nada. En la vida, igual que en el toreo, hay rachas buenas y malas y todas terminan. Hay que tener la mente fría para saber que cuando se va una mala racha llega una buena y hay que aprovecharlas. Este año ha sido bueno para mí, ha sido fruto de la preparación del invierno, tanto física como técnicamente estoy a tope y ahora tengo el rendimiento de ese esfuerzo y entrenamiento diarios. Esto no es casualidad, sino trabajo, trabajo y más trabajo. Hay que tener la mente clara, fresca y hacer las cosas lo mejor posible. El toro sale y muchas veces no sale cuando uno quiere. Siempre habrá personas que crean que he resucitado: muchos me dicen que soy como el Ave Fénix, que cuando está en sus cenizas sale volando. No me molesta para nada, son pensamientos que te inspiran para seguir luchando y haciendo cosas importantes. Todo el que piensa eso es porque es seguidor mío, y cuando ocurren estas cosas bonitas se alegran ellos.


Lo que está claro es que le toro de Santander del indulto o el de Victorino de Logroño han llegado en un momento clave, como clave es esta triple cita del fin de semana para corroborar el momento que vienes predicando en las plazas.


Es un fin de semana muy importante para cerrar una temporada muy buena para mí. Empezar en Las Rozas el viernes supone mucho, también el compromiso fortísimo en Mont de Marsan con Victorino y la mente la tengo con la corrida de toros de Adolfo el domingo. La gente le va a dar mucha importancia porque la tiene. Es una ganadería que no es fácil, y para mí me puede marcar un punto bonito en mi carrera taurina igual que Victorino lo ha hecho. Es el mismo encaste, es la misma ganadería en dos versiones, pero el fondo es el mismo. Cuando embiste un toro así puedo expresar todo el toreo que llevo dentro, esa tauromaquia que a muchos aficionados añejos le gusta. Es lo que pretendo. Intentar seguir ahí y refrendar el momento dulce para disfrutar. También se disfruta delante de la cara de los toros. Aunque a veces ese disfrute te cueste más trabajo. Lo que le gusta a un torero es vestirse de torero y le gusta emocionar, porque en definitiva esto es un espectáculo de emoción.


Quizá ese circuito de menor importancia es el que te ha dado vida después de no vestirte nada de luces en junio y julio, tan sólo en Santander. Esa foto diaria a hombros en plazas de tercera te habrá dado la droga necesaria para seguir adelante con fuerza…


Cuando te ves en cierto modo no relegado pero sí apartado de las plazas importantes, lo que te da vida es entrar en este tipo de corridas, no parar de torear e intentar crecer como artista. Si tiene que ser en este tipo de plazas, hay que hacerlo. Y no pasa nada. Me ha servido mucho estar en contacto con otro tipo de público, no siendo menos exigente que otros, porque he matado muchas veces corridas de toros mucho más cuajadas que en plazas importantes. Pero los triunfos no influyen tanto como en otras plazas como Santander o Logroño, donde un triunfo repercute mucho en la temporada. Para muchos toreros ha sido necesario en sus carreras intentar seguir toreando aunque sea en plazas de menor importancia. A los toreros lo que nos llena de verdad es torear. Para volver a torear en este tipo de plazas tienes que estar toreando, tienes que puntuar en plazas importantes porque la competencia ahora mismo es atroz, hay muchos compañeros figuras y emergentes que están arreando y hay que hacer cosas distintas para intentar buscar mi hueco. Un hueco que he tenido y por unas u otras razones lo he dejado de tener en plazas importantes. Uno tiene que tener los pies en el suelo y saber la situación que tiene cada uno.


Sevilla, Madrid, Santander, Logroño… y esperemos que vuelvas a tu Bilbao. La de 2017 pinta bien.


Todo eso lo espero. Este año ha habido plazas en las que me hubiese hecho mucha ilusión haber estado. Una de ellas es Bilbao. Siempre que he ido he dado la cara. El año pasado corté una oreja a la corrida de Jandilla, pero este año ha salido así. En Valladolid corté dos orejas a un toro de Victorino y este año tampoco he podido estar. Ha habido ferias importantes que no han estado y me hubiese gustado estar. Pero este es el mundo del toro, aquí dos y dos no son cuatro y hay que hacer diariamente méritos para encontrar esos sitios. Si no te contratan, no pasa nada, a seguir luchando y seguir en esas plazas con motivación, alegría y poniendo tu granito de ilusión. 

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