Toro muy serio por delante era el primero de Fuente Ymbro, al que Sebastián Castella debió sujetar porque salió muy suelto de salida. Escurrido, estrecho de sienes y musculado, con 551 kilos, no pareció humillar el de Fuente Ymbro en el capote del francés. José Doblado se encargó del tercio de varas. De largo se le arrancó a Castella en las chicuelinas del quite, pero se paró entre lance y lance y debió tirar de toque fuerte el de Béziers. Torerísimos fueron los pares de José Chacón, fuertemente ovacionado al finalizar el tercio. No tuvo acople Castella en el inicio, como tampoco en el resto de trasteo para aprovechar la humillación de un animal que sí fue intermitente pero que derrochó momentos con posibilidades en su tranco. Se rajó en el epílogo muleteril. Metió media espada que quedó agarrada.
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