Mucha elegancia puso en la arena Pablo con el cuarto, un toro con muchas opciones al que cuidó con un solo rejón de castigo. Lució cuadra con Disparate en banderillas, siempre encelando y ciempre templando las salidas. Espectacular en las cortas y fulminante con el rejón de muerte, paseó las dos orejas de un gran toro, ovacionado en el arrastre.
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