El bloque político de esta semana: las prohibiciones de Tordesillas y Valencia entran en acción

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

El bloque político de esta semana, y tras el paso de las elecciones y en espera ded pactos, nos lleva a dos de los puntos calientes de nuestra geografía donde la izquierda radical está atacano: Valladolid y Valencia.

La semana pasada, en primer lugar, Junta de Castilla y León en Valladolid denegó al Ayuntamiento de la localidad de Tordesillas, la autorización para celebrar el próximo 13 de septiembre el torneo del Toro de la Vega. Fue el pasado mes de mayo cuando el PP aprobó un decreto-ley para que el torneo sea sin muerte. Este decreto-ley modifica el Reglamento de Espectáculos Taurinos de la comunidad autónoma para que los animales que participen en espectáculos taurinos populares lo hagan sin muerte. Así, el toro de la Vega no podrá morir alanceado, sin duda una medida que ataca directamente a la tauromaquia y es un paso más por parte del abolicionismo político contra la tauromaquia.

Fue el pasado 24 de junio cuando el propio consistorio pucelano y su alcalde, el socialista José Antonio González Poncela, registró ante la Junta la solicitud para celebrar, el próximo mes de septiembre, una nueva edición del tradicional torneo del Toro de la Vega. Ahora todo parece indicar que el Ayuntamiento de la localidad irá a recurrir la sentencia a nivel nacional; el problema radica en cuándo saldrá a la luz la resolución, dada la mala experiencia que tiene la tauromaquia con la vuelta de los toros en Catalunya.

Por otro lado el alcalde de Valencia, Joan Ribó –de la izquierda radical de Compromís- hizo efectiva la pasada semana la prohibición del toro embolado en las pedanías de Valencia. Lo hace en un acto de totalitarismo, sin tener en cuenta las miles de personas que disfrutan de este espectáculo popular y con el apoyo de Compromís, PSPV y València en Comú e la decisión totalitaria. Massarojos, Benifaraig, Carpesa y Borbotó se quedarán sin festejos populares en sus fiestas.