Daniel Menés corta una oreja en su debut en Madrid

|

MARCO A. HIERRO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO


José Manuel, Curro Durán y Daniel Menes hacían el paseo menor este domingo en el ciclo novilleril de Las Ventas a las siete en punto de la tarde. El hierro de Sepúlveda de Yeltes, tras un lustro sin aparecer por el primer escenario taurómaco del mundo, era la materia prima anunciada para la ocasión.


Tuvo gracia y descaro el saludo por delantales de José Manuel al primero, al que había recibido con una larga cambiada de rodillas. Esperó bien el murciano la llegada en las tafalleras del quite, al que llegó casi sin fuelle el de Sepúlveda, lo que pagó Durán al quitar por el mismo palo. Quiso ponerle intención el murciano al inicio por estatuarios, pero no era eso lo que le pedía el noble animal, que la tomó con calidad por abajo las pocas veces que lo gobernaron. Tuvo que corregir terrenos José Manuel tras los primeros muletazos por no elegir la colocación adecuada y, aunque dejó muletazos sueltos, careció de conjunto una faena horriblemente rubricada con la espada. Pero el autobús dejó palmas en la reseña.


Una pintura era el colorao segundo, al que fue a saludar el debutante Curro Durán a la puerta de chiqueros, con un manojo de verónicas muy solventes, ya de pie y en los medios. Apenas dos picotazos se llevó el animal antes del quite por gaoneras de Menes. Verderón se vio al sevillano para solventar los problemas que tenia el de Sepúlveda en la embestida, pero con valor para quedarse siempre. Corto el viaje, presta la reposición y con poco ritmo la repetición, le faltó pulso para conducirlo, pero le sobraron arrestos para tirarlo sin puntilla de un espadazo. Silencio.


También Daniel Menes se hincó de rodillas en chiqueros para pegarle una gaoneras de salida al tercero, suelto siempre hasta que le dejó delantales y chicuelinas en los medios. Por frigorías quitó el madrileño para colocar largo al caballo al animal en el segundo encuentro. Y se arrancó, con más alegría en el trote que empuje en el peto. Por zapopinas respondió José Manuel y aún replicó Menes por faroles en un entretenido tercio de quites. Fulgurante fue el inicio con la muleta, de rodillas en el tercio y por alto hasta que llegó la arrucina, ya de pie, y el de pecho. Buen pitón derecho lució el de Sepúlveda, y por allí llegaron los mejores pasajes, con un Menes más variado que redondo. Porque puso actitud e intención, pero cometió errores en los terrenos que provocaron que embistiese menos un gran novillo. Aún así, la estocada espectacular le puso en la mano una oreja.


Un tío era el cuarto, que tuvo transmisión en la embestida para tomar por abajo el capote de José Manuel en el solvente recibo a la verónica. Por gaoneras quitó el murciano, más valeroso que brillante. Respondió en su turno Durán, con un variado quite por faroles, tafalleras y gaoneras. Con intención y solvencia cumplió el chaval en banderillas, rompiendo el último para para quebrar un par de cortas de gran exposición. Con la muleta hubo voluntad de llegar al tendido con un cartucho del pescao para iniciar el trasteo, pero nunca rompió la faena con un animal de cara suelta pero obediente para acudir. Buscó terrenos ocupando mucha plaza, pero no fue la ideal la colocación, por lo que se perdió entre el tedio la labor y con un silencio tras dos avisos se valoró su horrible manejo del acero.


Le costó lo suyo a Curro Durán hacerse con el percal con el serio quinto, más pechugón que sus hermanos al embestir y con tendencia a salir suelto. Empujó el utrero en el penco con los riñones para adelante. Con la muleta nunca hubo acople ni recursos para solventar los problemas de una embestida que sólo era buena cuando había imposición y mano baja. Una serie le dio así Durán, la única lúcida de un trasteo coronado con un sablazo y premiado con un silencio.


Conectó pronto con ella tendido Menes en el sexto, al que recibió con largas cambiadas de rodillas para levantarse y soplarle gaoneras de salida al amplio animal. A la verónica fue el quite, sabiendo que una oreja más le abría la puerta grande. Fue inteligente en el inicio, empujando bien la arrancada, pero pronto quiso adornarse en lugar de torear para el toro. Y le echó el trapo al natural para que le puntease siempre los finales. Y buscó el premio en lugar del toreo, por eso se embarulló y se quedó sin él mucho antes de marcar con el acero. Palmas.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Novillada con picadores estival. Un cuarto de plaza.

Seis novillos de Sepúlveda de Yeltes, noble y con calidad el mansito primero, de corto viaje y reposición constante el complicado segundo, humillado, con calidad y duración el buen tercero, aplaudido, de cara suelta pero obediente el manejable cuarto, exigente pero con fondo el serio quinto,

José Manuel, palmas y silencio.

Curro Durán, silencio y silencio.

Daniel Menes, oreja y palmas. 

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.