De Jerez a Alicante y de Madrid al cielo
Hubo que esperar al 5º en el festejo estrella de este “bolón” que es Alicante para vieran torear a dios: cierto “la divinidad” hecha toreo en “azul noche y oro”.
Bajó de los cielos, por mayo, en Jerez y lo ha vuelto a hacer 48 días después honrando a San Juan para anunciar otra vuelta tras la pertinente cuarentena cerquita de la hornacina de la Blanca Paloma.
Manzanares no se anduvo por la periferia y cumplió con el rito -también mayo, pero distinto-: ¡de Madrid al cielo!.
Y allí, a la vera del maestro y padre asumió su legado para en “la terreta” desengañar a los “santotomases” que no sólo había un antes de S.Isidro 16’ sino un después tan inmediato como continuo.
Lo uno y lo otro, todo, tienen su infinita importancia y es maná para la Fiesta. Para delirios de literatos frustrados también.
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