Valladolid es una de las últimas víctimas de la nueva política española: la pasada semana su Ayuntamiento, en una moción iniciada por Valladolid Toma la Palabra y Sí Se Puede y apoyada por el PSOE, eliminó el nombre de “ciudad taurina” a la capital castellana, que desde 2010 lucía. El PP se opuso a la medida. Tal y como narraba la moción que presentó la izquierda radical, ese nombre “ni adjetiva de ningún modo al conjunto de la ciudadanía, ni contribuye a la incorporación de la misma en la exclusión de la violencia, ni aporta nada en la aplicación del acuerdo adoptado el 10 de noviembre de 2015”.
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