La última semana de San Isidro… dio para un libro

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Para un libro dio la última semana de toros en San Isidro, para un libro que trataremos de resumir aquí, en La divisa, en las siguientes líneas.


Comenzamos con la tarde del martes, en la que se vivió un Desastre ganadero total: una corrida de Saltillo/Moreno Silva durísima, complicada, muy peligrosa. Sería muy fácil hablar del circo romano, de toros que parecen sacados de las terribles capeas, de morlacos propios de fines del siglo XIX o comienzos del XX... y malos. No eran toros flojos, descastados, bobalicones, sin emoción. Ése es el pan nuestro de cada día, por desgracia, pero tampoco queremos irnos al extremo opuesto, con dos toros, tercero y cuarto, prácticamente ilidiables. Aunque Alberto Aguilar escucho dos avisos y Venegas vio volver al corral al tercero, los tres diestros estuvieron dignos. (No se puede decir lo mismo de algunos picadores). Y el banderillero David Adalid puso al público de pie, con su gallardía. Esto narraba Sánchez Vara tras ver como su primero estaba orientado y el cuarto fue condenado a banderillas negras Alberto Aguilar, que volvia tras la oreja al toro de Baltasar iban, comebtava esto sobre su actuación Se le fue vivo al corral el tercero a José Carlos Vengas y sin opción se vio ante el sexto, esto comentaba.


Tras La tarde del jueves, obviando así beneficencia por analizarla a parte. todavía se esperan con cierta expectación los toros de Cuadri recordando aquellas corridas que encumbraron en Madrid a la ganadería de Trigueros. Pero en estos últimos años el gran ganadero de esta casa, Fernando Cuadri, no ha podido ver cumplida su tarea de volver a entusiasmar a la afición de Madrid como en los años dorados. La escrupulosa selección que realiza para conseguir lo mejor de esta procedencia se estrella consecutivamente contra el muro de una insipiente mansedumbre. El más importante de la tarde fue Rubén Pinar, que narraba esto tras su actuación. Imposibilitado se vio Fernando Robleño con la corrida. Esto contaba. Tampoco tuvo buen son el toreo de Luis Miguel Encabo, el que menos opciones tuvo, esto narraba tras su primero.


La antepenúltima tarde de toros de la Feria de San Isidro acogía el viernes en la primera plaza del mundo, con el cartel de "No hay billetes” puesto desde antes de las 12 del mediodía. En el cartel, José Ignacio Uceda Leal, Miguel Abellán y Manuel Jesús "El Cid” haciendo el paseíllo a las siete en punto. Se guardó un minuto de silencio tras la ceremonia inicial por el fallecimiento del torero mexicano Rodolfo Rodríguez "El Pana”. Dos toros y medio de Victorino Martín valieron para un triunfo que no consiguieron ni un abroncado Uceda, un bueno por momentos frente al quinto Abellán y un correcto sin más Cid.


Confirmaba su alternativa con una corrida de Fermín Bohórquez esta tarde en la primera plaza del mundo la rejoneadora Léa Vicens. Lo hacía con Pablo Hermoso de Mendoza como padrino y con Leonardo Hernández en su segunda tarde isidril como testigo. A las cinco y media en punto arrancaba el paseíllo. Salió a hombros por octava vez Leonardo Hernández entre la oreja de Vicens al manso sexto. Esto narraba Leonardo del triunfo. 


El hierro de Miura ponía el domingo fin a 31 días seguidos de toros en la Monumental de Las Ventas. Se despedía, pues, la Feria con un cartel de gladiadores conformado por Rafael Rubio "Rafaelillo”, Javier Castaño y Manuel Jesús Pérez Mota que a las siete en punto de la tarde hacían el último de los paseíllos de San Isidro 2016.Interesante corrida de Miura, especialmente con un primero emocionante y el tercio de varas del sexto; a punto estuvo de pasear una oreja del primero Rafaelilllo; sin suerte Castaño ni Pérez Mota.


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