De Valdefresno era el cuarto, un sobrero que parecía más un buey que un toro. Sin nada de cuello, cinqueño y con 560 kilos de peso era un toro con aspecto de buey que perdió las manos en el jaco de Esquivel, pero no lo cambió el presidente. Con efectividad parearon Álvaro Oliver y Pascual Mellinas entre la lidia de José Mora. Muy informal y cayéndose iba en el trasteo del murciano en los primeros compases de la faena, pero no valió el toro para más. Mató de estocada.
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