La corrida, incluidos los toros que humillaron, fue entre peligrosa sorda, traviesa e informal más que “la mano de un novio primerizo y en celo en la fila de los mancos del cine “Las Pipas”

Del azulejo al ladrillo

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EN CORTO Y POR DERECHO (PJC)

Del azulejo al ladrillo

O lo que va de las 11.00 a.m. a las 19.00 p.m. Pocas veces falla. Como si los homenajes y reconocimientos aprovechando el día de lidia tuvieran el ADN de “mal bajío”; pocos sobreviven a ello, hay abundancia en el histórico.


Ocurrió ayer con Victorino. Por la mañana el homenaje, merecidísimo, multitudinario y el develar un azulejo en la PG por la que tantos toreros han salido merced a las humilladas y fieras, en noble, embestidas regaladas por los toros del “sabio” (¡joder con el paleto!) de Galapagar. En la “matiné” el azulejo, y por la tarde el ladrillo. 


Porque independientemente de quien tuvo más culpa si los toros y los toreros que corresponde al negociado de crónica es la sensación que 24.000 almas (“no hay billetes” al reclamo de Victorino, eso sí es un éxito) lamentaban a las 9 de la noche; la brevedad del “ladrillo” casi de la misma duración que el “azulejo” también merece honores de agradecimiento en grado de atenuante que no de eximente. 


Y todo con un público queriendo empujar p’alante y que entre azulejo y ladrillo maquillar con un intermedio. El público y la voluntad de Abellán y El Cid (brindó el toro a Victorino padre) que al menos se encontraron con 3º y 5º que al menos salvaban el honor del hierro con tan sólo la humillación; insuficiente, pero… 


Uceda no es que se encontrara con una las míticas “alimañas” no, el 1º era más bien un “segurata de discoteca” de esos tipo armario de 4,5 cuerpos que con los ojos inyectados en sangre te piden el nº de zapato para poder entrar al recinto, pero, en este caso, bien armado y con ganas de herir o matar. 

Uceda es antiabortista y antieutanasia, por lo tanto no es partidario de homicidios, aunque sea en grado de tentativa, y menos del suicidio, pero la “afisión” no lo entendió así, y ya la tarde comenzó con tufos de ladrillo lo que por la mañana fue azulejo. 


No sé si es posible que este tipo de homenajes cerámicos tendrían la posibilidad de cambiar fecha no coincidente con la tarde de lidia, doctores tiene la iglesia. 


Sí que la corrida, incluídos los toros que humillaron fue entre peligrosa sorda, traviesa e informal más que “la mano de un novio primerizo y en celo en la fila de los mancos del cine “Las Pipas”.



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