Sin bajarse del autobús (HH vs Matilla)

EN CORTO Y POR DERECHO (PJC)

Sin bajarse del autobús (HH vs Matilla)

Manzanares se montó en el autobús de la “marca San Isidro” y sin bajarse del mismo en el abono le fue suficiente anunciarse en Beneficencia para salir en hombros de forma indiscutible y con masiva invasión de ruedo. 

Cierto que el toro “Dalia” de Victoriano del Río fue muy bueno y bravo, pero ya lo dijo Belmonte a un muchacho principiante que añoraba le saliera un bravo en su debut “muchacho Dios te libre de un toro bravo”. 

Hay que ser muy buen torero para reventando un toro bravo, dejándolo en 2º plano, reventar, también, a los reventadores :de las figuras (unas más que otras son el objetivo) y de la sangre Domecq. 

De cómo fue la faena con ribetes de histórica y transcurridos pocos minutos y horas ya se han vertido ríos de tinta, por lo cual no redundaré. 

Sí, que la obra fue tan natural que descarta la duda de la casualidad; nos recuerda que ha habido muchas antes y que habrá iguales o mejores. 

La serenidad de ejecución y el control emocional ante un logro del “más difícil todavía” la hace más grande cuanto más importancia vana quitó para dar la sensación de ausencia de sufrimiento, no sudar una gota ni despeinarse. 

La difícil facilidad de la naturalidad; seca, desnuda, pura.

Si dicen que “detrás de un gran hombre hay una gran mujer” habría que testar que detrás de este éxito hay un gran estratega y administrador del caudal artístico del torero. 

Ese no es otro que el denostado Toño Matilla cerebro de “una, Beneficencia, y en la mano” (con 10 se juega mejor que con 11 –que se lo pregunten a Castella y sus 4 tardes) 

Y por supuesto apostar por V. del Río que había propiciado, antes de lo de ayer, 6 PG en los últimos años. 

Y aquí, hoy me estoy extendiendo, entra Helenio Herrera y su frase "Ganaremos sin bajarnos del autobús", en referencia a un partido en Sevilla. 

Con esas declaraciones montó un buen revuelo en la ciudad del Guadalquivir, el día del partido salió al campo en el tiempo del calentamiento, deambuló durante varios minutos durante el campo recibiendo una auténtica bronca de los aficionados sevillistas, al volver al vestuario le dijo a sus jugadores "ya están desgañitados, ahora salid y ganad".

Parece, la casualidad y la causalidad, que el desastre Saltillo de la víspera que enseñó las nalgas del “7” lo hubiera previsto Matilla para colocar la “saltillada” en vísperas, y una vez “derrotado y cautivo el enemigo…” 

Helenio Herrera en Sevilla(1959), Matilla en Madrid. 

Ahora doy por hecho lo dicho por Molés: “Talavante se irá con Matilla”. 

Punto en boca.

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