Ureña oficializa su status venteño

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JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO


Hasta tres hierros saltaron a la arena venteña esta tarde en Madrid. Tres hierros de los que hubo posibilidades, al menos un buen primero, un gran tercero y un quinto al que Paco Ureña le cortó una merecidísima oreja. Fue la del murciano una faena a más, perdiendo el premio en su primero tras tardar en caer el toro de Las Ramblas y conseguirlo en un quinto con el que se rompió por ambas manos. Se lidiaron toros de Las Ramblas, Buenavista y Julio de la Puerta para un Manuel Jesús “El Cid” correcto sin más, un Paco Ureña que paseó oreja del quinto y un Fortes al que se le fue el gran tercero.


Muy serio era el primero de la tarde, al que El Cid intentó lucir de salida, pero fue imposible por el viento y por la mansedumbre que de salida atisbaba, pues tras recibir la primera vara en el caballo de Manuel Jesús Ruiz, se fue al peto de Juan Bernal, que estaba guardando la puerta. Entró al quite Paco Ureña, pero comenzó a agravarse por momentos el problema de la vista, diciendo poco el toro en el capote de Curro Robles y saliendo suelto de éste. Cuando El Cid tomó la muleta, el toro metió bien la cara por el pitón izquierdo, logrando una buena seria por ese lado, pero se fue aburriendo en los minutos siguientes el de Las Ramblas bajando el listón de la faena y no conectando más con el tendido. Por ese lado prosiguió El Cid su labor, pero no pasó de correcto. Bien metió la mano El Cid a la segunda, pero desprendida y protestada.De Buenavista era el cuarto, toro que remendaba el encierro de Las Ramblas, al que le recetó un primer puyazo trasero Juan Bernal. Brindó al público el torero de Salteras, que lo vio claro desde el primer momento ante un ejemplar con el que anduvo brillante su subalterno Curro Robles palitroques en mano. Se movía el toro, que sacó hasta cinco buenas embestidas en los trastos de Manuel Jesús de inicio. No tuvo historia finalmente un trasteo condicionado por venirse a menos. Mató de estocada de la que tardó en caer.


"Taquillero” llevaba por nombre el segundo, primero del lote de Paco Ureña, que le embistió bien al capote del torero murciano y se lució el diestro, cantando Madrid pronto ese toreo con la seda. Entró bien al caballo de Pedro Iturralde y muy cerca se pasó al toro Fortes en el quite por chicuelinas, destacando la media. Humillaba el toro en el capote de Víctor Hugo Saugar y también, tras el comienzo por estatuarios, en la primera tanda a zurdas del torero murciano. Prosiguió pasándoselo muy cerca Paco por el mismo lado, cruzándose en la cara del toro de una forma soberbia y colocándose perfectamente en la cara del animal. Embistió por el derecho también de forma excelente, gustándose en los finales de tanda antes del pase de pecho. Visiblemente mermado de facultades, insistió en los finales Paco para ser volteado tras la estocada –que posteriormente escupió-. La espada le impidió el premio.A la puerta de chiqueros, y tras salir de la enfermería, se fue Paco Ureña para recibir al quinto, un toro con el que levantó Madrid capote en mano en un ramillete de verónicas y una posterior media excelentes. Derribó al picador Vicente González, mostrándose frío en los dos primeros tercios para que brindara el murciano al público su labor. En las rayas del tercio comenzó faena, para ponerse directamente a torear con la diestra en esos terrenos. Se intentó estirar a diestras, pero tenía poco el toro, que hizo presa de él en uno de los cabezazos que pegó. Se defendía mucho el astado, y en uno de los momentos pegó un derrote que hizo por el torero y lo levantó con el pitón, protagonizando un momento dramático el torero del que pareció reponerse pronto. El público estaba con él y ovacionó en todo momento su actuación. Una media en buen sitio que escupió y una posterior estocada sin puntilla. Oreja.


Para atrás se fue el tercero de la tarde, un astado que fue sustituido por el primer sobrero de Julio de la Puerta. Frío se mostró en los primeros tercios el astado, que brindó al respetable el malagueño. A una velocidad tremenda fue a buscar a Fortes, que lo esperaba en la raya del tercio por estatuarios, rematando con muletazos por bajo. Las dos primeras tandas embistió el toro con humillación a la muleta de un Fortes que intentó templar el tranco del de Julio de la Puerta. Pronto se vino a la siguiente tanda, en la que el viento condicionó muchísimo la actuación del torero andaluz. Se asfixió en los últimos compases el de Las Ramblas. Mató de estocada. Manseaba en los primeros tercios el sexto de la corrida, un astado que tuvo frialdad en los primeros tercios y que se puso complicado para el tercio de banderillas. Se metía por los adentros y hacía imposible la lidia. Suelto salía en los finales de muletazo de Fortes, sorprendiéndolo en una ocasión. Iba dormidito y se echaba encima, justo lo que le pasó con el torero malagueño, pues venía pensando y pedía que se le provocara la embestida. Toque fuerte pedía para entrar a matar, y se lo dio un Fortes que dejó una media estocada al manso.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Feria de San Isidro, decimosexta de abono. Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada en los tendidos.

Cinco toros de Las Ramblas, uno de Buenavista (cuarto) y un sobrero de Julio de la Puerta (tercero bis), correctos de presencia. De cierta chispa en la movilidad zurda el manso primero; franco, codicioso, pronto y con calidad el buen segundo; devuelto por feble el tercero; con raza, humillación y seriedad en la embestida el tercero bis; de corta y emotiva humillación el estrecho cuarto; de movilidad sin clase el exigente y díscolo quinto; pasador, mirón y deslucido el manso sexto.

El Cid (nazareno y oro): Silencio y silencio tras aviso.

Paco Ureña (rosa y oro): Ovación tras aviso y oreja.

Fortes (corinto y oro): Silencio y silencio.

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