Sebastián Castella comentaba de su primer toro:
"En algún momento la faena se cayó, el toro necesitaba tener algo más. Aun así he estado muy a gusto con el toro aunque hubiera necesitado más. Para mi he empezado bien. Bendita exigencia la del público”.
Tras matar su último toro de la tarde concluye a los micrófonos:
"El toro se movía pero sin clase, con la cara por arriba. Ni empujándole hacia adelante, no bajándole la mano, ni dejándole sitio, y aquí sitio no se puede dejar mucho. Sé la responsabilidad que tengo aquí en Madrid, la llevo bien. Sé que aquí no se viene a pasear, lo tengo claro y creo que lo he demostrado cada vez que he venido pero el toro tiene que poner un pelín de su parte para hacer las cosas”.
Escribe tu comentario