CRÓNICA DE SEVILLA (E.TRIGO)
Ayer, una novillada de abono en la que la nota principal fueron dos cosas bien distintas. Una, una importante oreja que cortó Rafael Serna bajo un diluvio universal. Y la otra, precisamente ese aguacero que cayó en Sevilla en el día de ayer. Lógicamente, esto dificultó y también desangeló un festejo.
Varea con mal lote dejó pinceladas de su buen quehacer, pero poco más. Curro Durán en la misma medida con un lote paupérrimo. Y Rafael Serna aprovechó el único novillo potable y con tan sólo un pitón, que fue el pitón izquierdo. Por ahí dibujó naturales realmente bellísimos y muy templados. Con el otro, el sexto bis ya con la noche caída y con todo a la contra, volvió a dar la cara.
Realmente, fue un festejo para olvidar. Y donde lo más principal, fue esa oreja que cortó Rafael Serna.
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