Un Miguel Abellán sin sitio frente al noblón primero no terminó de rematar la primera de sus tres tardes en el coso venteño este mes de mayo.

Reportaje: el ambiente de la goyesca del 2 de mayo en Madrid

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JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO


La goyesca de Madrid siempre es un acontecimiento social en el que gran parte de los personajes aficionados acuden a la primera plaza del mundo. Así fue el caso de ayer. Comenzamos analizando a los protagonistas para terminar por aquellos que acudieron a la calle de Alcalá.


Un Miguel Abellán sin sitio frente al noblón primero no terminó de rematar la primera de sus tres tardes en el coso venteño este mes de mayo: “No ha podido ser, pero quedan otras dos tardes en la Feria. Cuando el elemento toro se pone a la contra es imposible, creo que lo he intentado”.

La plaza de Las Ventas vio a un Iván Vicente elegantísimo con el segundo e imposibilitado frente al nulo quinto fueron la otra parte del festejo. “Tengo otra tarde dentro de 25 días, con la corrida de Baltasar Ibán, ojalá pueda ser en esa ocasión”.


Fue la tarde en la que a punto estuvo de rozar la gloria Juan del Álamo. A punto estuvo de sumar otra cuenta más a su rosario de orejas en Madrid particular. No lo consiguió por un maldito sexto que fue manso de libro y, aquerenciado, se quiso ir de las telas del mirobriguense en todo momento. Desentendido de pañosa, emborronó la grandiosa actuación del charro frente a un tercero humillador, de excelente tranco, chico para lo que pide Madrid –y protestado por ello- pero lleno de ritmo y muchísima calidad. Tras la oreja señaló que “he estado intentando siempre haciéndolo lo mejor que puedo, intentado pasármelo cada vez más cerca. Es difícil cuando parte del público está a la contra. Estoy contento, y espero que en el siguiente pueda completar la Puerta Grande”.


Y, entre los personajes que había en el tendido, dos políticos que defienden sin tapujos el toreo: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el consejero Ángel Garrido. Cifuentes defendía el toreo afirmando que “siempre he venido a los toros orgullosa, espero que la segunda parte de la corrida se dé mejor y podamos disfrutar”.

La calle de Alcalá se vistió, un 2 de mayo más, de goyesco para celebrar que la tauromaquia es universal. En cuatro días arranca San Isidro.


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