Manuel Diosleguarde: " La tarde de Guijuelo superó todas las expectativas que tenía"

" La tarde de Guijuelo superó todas las expectativas que tenía"

" No estaba al 100%, pero con la ilusión y ganas que  afrontaba esa tarde llenaba lo que me faltaba"

Entrevista por Alejandro Martín Carabias

23 de abril de 2023. En este día volvía a los ruedos el salmantino Manuel Diosleguarde. Volvió como se fue: triunfando y cortando tres orejas a un lote del Capea demostrando el buen concepto que tiene.

Enhorabuena.

Muchas gracias. La tarde fue muy bonita, una tarde soñada, una tarde para volver a coger sensaciones. Siempre estará en mi recuerdo.

¿ Era la tarde que esperabas o superó la expectativa?

La superó por muchos motivos, desde el minuto uno lo disfruté muchísimo, pero a la vez sentí el calor de toda la afición que me arropó en todo momento y de los toreros. Hubo muchos detalles bonitos.

El primero fue el mejor, te dejó expresarte.

Sí, me dejó expresarme, me dejó sentirme en muletazos como yo busco y lo siento. Me encontré a gusto. Lo maté bien y pude cortar dos orejas.

¿Qué pensaste al montar la espada, hubo alguna duda?

No, estaba mentalizado y muy seguro. No pinché ninguno de los dos toros, asique por ese aspecto estoy muy contento.

Después, el segundo se vino muy a menos.

El toro en los primeros tercios estaba haciendo cosas muy buenas, pero en la primera serie se rajó, salía con la cara por arriba y fue de los toros que menos sirvieron. Al ser el último se queda uno un poco con esas sensaciones agridulces.

¿Y ahora qué, Manuel?

Bueno, ahora con ganas, con ilusión. Es tiempo de ir despacio. Creo que las prisas no serán buenas, pero hay cerrado algún compromiso, en breve se irán anunciando. Quiero que sea una temporada bonita y espero estar en plazas como Salamanca y Santander.

Llevas unos números realmente muy buenos.

Sí, a día de hoy llevo cinco corridas de toros. No llevo más. Y han sido trece orejas que he cortado. Si uno quiere llegar algún día a ser lo que tiene en la cabeza, tiene que ser así, hay que salir a las plazas a entregarse, a dejarlo todo y cortar las orejas. Es muy importante para abrirse camino, porque estamos corriendo tiempos muy difíciles en los que hay muchos matadores de toros. Hay que ir dejando puertas abiertas.

¿Cómo fue ver las caras a las figuras?

Estuvieron muy pendientes de mí, estuvieron apoyándome desde el primer momento y Emilio justo me brindó un toro. Estoy muy agradecido por ese bonito detalle y a la vez responsabilizado porque son dos figuras del toreo, son dos monstruos y dos genios. Yo quiero ser torero para estar en ese tipo de carteles, así que es un placer poder competir con ellos.

Hubo un detalle precioso: brindaste el toro a Marta.

Claro, la debo todo, la debo la vida. No solo fue el brindis del primer toro, yo quería que la tarde fuera para  ella, porque si estaba toreando es gracias a ella.

Te vestiste con el traje de Cuellar.

Fue algo personal, algo para sobreponerme. Sentía que me tenía que volver ese traje y salir victorioso del hotel para venirme arriba. La gente siempre me hablaba de ese vestido para que no me lo pusiera. Y me lo quería poner esa tarde. Era salir ya con los deberes hechos del hotel.

¿Estabas al 100%?

No, con la ilusión y con las ganas que yo afrontaba esa tarde llenaba lo que me faltaba. Me queda trabajo todavía. Las ganas y la ilusión que tengo por seguir toreando son las que me están dando fuerzas para luchar.

¿Sigues de fisios o ya es preparación física únicamente?

No, hasta el día antes de la corrida seguía yendo todos los días al fisio, al gimnasio, entrenando mucho de salón, porque no estaba al 100%. Y ahora seguiré acudiendo a sesiones de rehabilitación todavía.

Tuviste otro detalle: invitaste a todos los alumnos de la Escuela de Salamanca.

Fue muy bonito. Me veía muy reflejado en ellos. Hace apenas cinco años, estaba como ellos en la escuela de tauromaquia aprendiendo a torear. Y quería que vieran que los sueños al final se cumplen si uno trabaja y si de verdad se quiere todo se puede conseguir. Quería hacerles partícipes de ese día tan especial.

Tengo entendido que la primera vaca que toreaste después del percance fue del maestro Capea.

Y hay un detalle más grande todavía… lo que es la vida y el destino. Se llamaba Olvidada y cuando salió en la tablilla el toro de mi reaparición se llamaba Olvidado. Y hablando con Capea hijo me dijo que era hermano de padre y madre de la primera becerra.

¿Qué tal salió la becerra?

Salió buena.

¿Objetivos a largo plazo? A Madrid habrá que esperar todavía.

Sería precipitado pisar una plaza de la categoría de Madrid, o ese tipo de plazas, porque son plazas que hay que ir al 100%. Esta temporada hay que ir cogiendo confianza y cogiendo sitio, sensaciones Me encantaría estar en Santander y Salamanca, ese tipo de plazas.