Decepción en la corrida de Antonio y Manuel Tornay para Esaú Fernández (ovación y silencio), Fortes (silencio y ovación) y Borja Jiménez (silencio y silencio)

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PABLO LÓPEZ RIOBO


Debutaba este lunes de preferia el hierro de Manuel y Antonio Tornay en la Feria de Abril. Se trataba de la segunda del serial hispalense en una tarde con el cielo encapotado en la que Esaú Fernández, Fortes y Borja Jiménez hacían el paseíllo.


La corrida de Tornay, más propia de Madrid que de Sevilla fue desigual en su presentación, hubo algún toro bajo y fino de cabos, pero todos se salieron del tipo de toro que gusta en Sevilla. Bajos de raza y alguno con complicaciones fue el resultado de una corrida que no dió el juego esperado.


Faena de valor y entrega la realizada por Esaú a un toro que acusó su falta de raza. Se fue a chiqueros para recibirlo a portagayola. Fortes aprovechó el buen son del toro para dejar un templadísimo quite por chicuelinas. Lo mejor vino al natural, brotaron largos y despaciosos los muletazos por la zurda, por el derecho el toro tendía a soltar la cara. Se metió entre los pitones del toro en un arrimón final que tuvo importancia. Tras una estocada algo caída y un descabello fue fuertemente ovacionado. Interesante la faena del torero de camas en una tarde lluviosa y fría.


El segundo de la tarde fue un toro serio más típico de Las Ventas que de la Maestranza que ya desde salida se quedó corto en el capote del malagueño. Se impuso Fortes en una faena que no tomó el vuelo requerido por la sosería del animal. Le tragó una enormidad ante un animal que no transmitió su peligro al tendido. Lo mejor vino en las postrimerías de la faena, todo de uno en uno pero con muletazos templados y enroscándoselo en la cintura, zapatillas asentadas y verticalidad en su figura. Muy por encima Fortes de un toro que se movió sin clase ni ritmo, muy informal el de Tornay, en cuanto se sintió podido bajó la persiana. Silencio tras tener que utilizar el descabello.


Porfía sin recompensa de Borja Jiménez con el manso y deslucido tercero. Desde que lo recibiera de capa ya marcó el de Tornay su querencia a chiqueros. Faena de muleta sin eco en los tendidos por la sosería y falta de casta del animal. Borja intentó sacar agua de un pozo seco a base de tesón y no aburrirse pero fue imposible y el de Espartinas fue silenciado.


Se cerró el capítulo del cuarto de la tarde con una faena tesonera del torero de camas ante un buey de carreta de Tornay, un animal sin raza, ayuno de casta y que no transmitió nada. Esaú lo intentó todo y acabó desesperado ante las nulas opciones del animal. Se lo jugaba todo a una carta el torero de Camas, que ve como ha pasado casi inédito de su comparecencia abrileña por la falta de enemigo. Fue silenciado tras la estocada. Antes Fortes dejó un ajustadísimo quite por gaoneras, se dejó llegar al toro a la faja, expuso una barbaridad antes de cerras con una bonita revolera.


Se la jugó Fortes con el incierto quinto, un animal que llegó a la muleta pensandose todo lo que hacia, haciendo una radiografía al torero en cada pase. Valentísimo el malagueño en una faena en la que lanzó la moneda, su puso en el sitio, tiró del toro como si fuera bueno, tragó una enormidad en una faena para tener en cuenta. Aguantó paradas y miradas de un animal con peligro. El día que le embista un toro a este torero... hoy en Sevilla expuso en cada muletazo, dando siempre el pecho en cada cite, haciendo el toreo pese a la nula colaboración del animal. Fue ovacionado tras su firme y entonada actuación, Sevilla le reconocía el esfuerzo.


Grande, largo basto y muy astifino resltó el manso y rebrincado sexto con el que Borja solo pudo justifocarse. Tuvo movilidad en el inicio, pero ayuna de clase, siempre soltando la cara y con muy mal estilo, cuando se sintió podido se agarró al piso. Se metió entre los pitones el de Espartinas en un gesto por convencer a un publico que a esas alturas aun andaba pingueando y muerto de frío, cansado de una corrida de muy poco juego.

Tras su labor fue silenciado tras sonar un aviso.


FICHA DEL FESTEJO


Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Segunda de la Feria de Abril. Tercera de abono. Corrida de toros.

Seis toros de Manuel y Antonio Tornay. La corrida, más propia de Madrid que de Sevilla fue desigual en su presentación, hubo algún toro bajo y fino de cabos, pero todos se salieron del tipo de toro que gusta en Sevilla. Bajos de raza y alguno con complicaciones fue el resultado de una corrida que no dió el juego esperado.

Esaú Fernández, ovación y silencio.

Saúl Jiménez Fortes, silencio y ovación.


Borja Jiménez, silencio y silencio. 


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