Desde Rincón, América suspiraba por un torero.Ahora surgen Joselito en México y Roca Rey en Perú, quizá con mayor arraigo de identidad total americana

​Los “derbis” de América

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Los “derbis” de América


El inicio de la temporada americana está despertando pasiones, altas por supuesto. Vuelven a los toros los enfrentamientos (en el sentido más benigno de la palabra), los “derbis” para emplear un lenguaje deportivo pero más ajustado a sana competición que a guerra de banderías: de toreros con toreros y aficiones empuñando el pendón de su ídolo nacional en confrontación con las muy respetadas, y queridas, figuras españolas.



Cada uno tiene su guerra particular bifurcada en la que establece con él mismo y la competencia uno a uno con los rivales más directos y en general con todo el escalafón.


Desde Rincón, América suspiraba por un torero, si bien era en su Colombia donde de verdad era estandarte.

Ahora surgen Joselito en México y Roca Rey en Perú, quizá con mayor arraigo de globalización americana por los éxitos del mexicano en Perú y los incipientes triunfos del peruano en país azteca.


La juventud del “inca” (recientemente alternativado) no supone obstáculo para que en su país sea la primera vez en la historia que la afición esté ilusionada con una futura figura de proyección universal. La local es una batalla ganada y en disputa el título americano en el que Joselito es el máximo exponente.



Joselito va dejando uno a uno a sus paisanos viéndole la espalda. El sábado fue Zotoluco, como en la Monumental, antes han sido El Payo, Saldívar, Macías, etc.


Son batallas nacionales y continentales y ya han empezado las primeras escaramuzas.


La guerra de Joselito es , principalmente, con las figuras españolas y el objetivo es que se trate de igual a igual en la campaña española donde por el momento se le trata como un “sin papeles”.

Está librando satisfactoriamente sus encuentros con Talavante que “guerrea” por ser el “consentido” de América, principalmente en México donde dicho vocablo es de uso común y por el que han pasado Manolete, Camino, Capea y Ponce (Juli en menor medida popular).


Volviendo al hidrocálido le esperan manos a mano con José Tomás en Insurgentes y con el resto de figuras estratégicamente pautados.



Y a López Simón le toca declarar la guerra a todo lo que se mueva.



Lo bueno de esta liga americana estriba en que hay más de dos alternantes, y la mayoría jóvenes. De aquí y de allá. Ello tiene la consecuencia que las figuras, que lo son por algo, no estarán dispuestos a hacer viajes de ida y vuelta.


En un escalafón que había hecho varios “eres” por arriba hasta quedar en cuadro, este invierno al otro lado del charco y como consecuencia del 2015 español no es que vaya a suponer un relevo generacional sino una ampliación de plantilla para una mayor maniobrabilidad de las empresas a la hora de ofrecer carteles varios y variados.



Buenos, bonitos y por el momento más baratos; o al menos rentables.

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