AHORA SE PAGAN LOS EXCESOS

Las tarjetas Black de la Fiesta

|

Las tarjetas Black de la Fiesta

Mi historia de hoy es una historia que está calentita como el pan recién hecho pero no sabe tan bueno como el pan. Es una historia que tiene su trasfondo de desagradable porque, en principio, parece irresoluble, tremendamente complicada.


Los empresarios taurinos han tenido Junta Directiva, que es casi como una asamblea, porque cada vez son menos, o algo así, a tenor de "lo oficial" de su comunicado contundente que han emitido no es para que tiemblen los cimientos de la Fiesta pero sí para reflexionar por mucho que se haya repetido durante muchos años. Ahora parece que la situación llega al límite y todo se resume en una frase: la fiesta está en quiebra. Punto.


No discuto, aunque discrepe, a aquellos que proclaman que hoy se torea mejor que nunca, que hay un escalafón de gran calidad; que sale el toro más bravo que nunca y más grande y serio. Aunque discrepe no lo discuto.


Vamos como el balance de Bankia como cebo para lanzar las preferentes y antes del escándalo de las tarjetas negras.


Y aquí, en el toro, como en Bankia, menos los ganaderos, todos han tirado de tarjetas black: los empresarios en épocas de vacas gordas, los ladrilleros medradores en cualquiera de los ámbitos (empresarios, apoderados, ganaderos, que tanto daño ha hecho por ese intrusismo), las figuras de cachés desmedidos, los subalternos con sus exigencias de incrementos de sueldos año tras año, los derechos de imagen y su empeño en no reducir plantillas...pero sobre todo las tarjetas negras, a punto de ser sonrojantes, son las que han tirado, desde que los toros son toros, administraciones:


A.- La Administración local o provincial dueña de la plaza. Los cánones estratosféricos, (bien es verdad que provocados por una competencia desleal entre empresarios que viciaba a esas Administraciones que no miraban más allá de la caja recaudatoria y no de lo que pudiera propiciar una buena feria a la ciudad, luego, la sobredimensión de festejos exigidos creyendo que iban a ser la mejor feria del mundo, las servidumbres en cientos de entradas que se reservan ayuntamientos y diputaciones, el impuesto revolucionario de las escuelas de tauromaquia, cuando no la incursión en cohecho impropio (entre comillas) de las concesiones espurias por defender intereses bastardos.


B.- la administración central. La gran culpable o la más devoradora. Extorsionadora con los impuestos, el IVA y los ivas del iva... la Seguridad Social, que no cubre ni médicos ni ambulancias ni asistencia en plaza...todo ello son costes a parte... los veterinarios, que casi siempre son veta-rinarios y se imponen tres o más por toro, y eso que no llevan código de barras...


Pues con lo que se paga a la administración podrían ser nombrados de oficio y computar con su trabajo administrativo. Corre por cuenta, también, del organizador.


En fin... ha habido, y sigue habiendo, mucha tarjeta negra, mucho irresponsable y ahora ha llegado el lobo de la quiebra del sector, pero al igual que en Bankia no solo nadie devolverá nada, (con algunas excepciones) pero aquí en el toro con un agravante: que aquí, en el toro, pocos, o ninguno, están dispuestos a renunciar a seguir tirando de esta visa con cuernos... mientras el cuerpo aguante... y sin nadie que se lo demande u obligue... Pues ya se sabe, siempre a las cinco de la tarde, cuando llegue temporada, sonará el Ta-ra-rí.


¿Soluciones?


Pues miren por dónde la cultura, toros incluidos, cotiza, hoy por hoy, al 21% y....sí, sí, lo que van a oír: el porno al 4%


Tanto así que una mujer, productora colombiana. Que tiene en cartel "El mágico prodigioso" de Calderón de la Barca, ha recurrido a editar una revista cercana al porno que distribuye y vende por el importe de una supuesta entrada al teatro más el 4%; y regala esa entrada de la obra clásica que de ser vendida en exclusiva, dramática, devengaría el 21.


Vamos que los Chopera, Canoera, Matilla, y compañía podrían reducir el incremento de IVA en la entrada de los toros sí publicaran porno y el abono fuera incluido como cortesía: la diferencia es de un 17% da para pagar una exclusiva a Nacho Vidal y abaratar el costo final del boleto sin que El Juli, Enrique Ponce y demás familia vieran mermados sus cachés, o al menos no satanizados por lo elevado de ellos.


Y es que en este país de esperpentos parece que el tamaño sí importa, el del instrumento del porno que según crece mengua el IVA. Ver para creer.


Por encima de la genialidad de la señorita colombiana para burlar ese 17% de diferencia está la sensación de lascivia de una hacienda pública más proclive a los huevos que a los fueros.


Sin dar por bueno, todo lo contrario, no – de negativo rotundo- a aquellos que se aventuraron a opinar que la carita de Montoro era todo un indicio.


Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.