De policías y ladrones; bocazas y tontos de baba

De policías y ladrones; bocazas y tontos de baba

Pedro Javier Cáceres inició El Paseíllo de este martes analizando las tres muertes en Galicia de estos días atrás.

Galicia se desperezó el lunes con 3 muertes violentas: 1 verdugo que resultó, también, víctima en la refriega; el "alguacil alguacilado de la barbarie entre bandas de violentos amparados o al amparo de unos colores futbolísticos; y una víctima inocente en estado puro muerta en acto de servicio: la joven policía de Vigo muerta a tiros por el atracador citado antes.

Los caprichos mediáticos, el ego insaciable de muchos comunicadores y la mezquindad rastrera política han focalizado su personal rentabilidad en los sucesos del Madrid Rio de una forma sectaria del juego más sucio posible con el único objetivo de sacar réditos políticos.

La muerte de Jimmy está degenerando, antes que tirar por el camino recto de la responsabilidad de los clubes y entrar a fondo en la descerebración de los guerreros y como se les combate y fumiga –con la ley en la mano-, en un navajeo cainita en lo periodístico e indecente en lo político.

Mientras tanto la muerte de la valiente policía, que quiso usar recursos disuasorios para que el atracador soltara a su rehén, a pecho descubierto, sin chaleco, solo con su palabra y buenas maneras, no ha sensibilizado más allá que volver a utilizar los hechos para intereses políticos bastardos en los que el BNGA ha vomitado toda la violencia que engendra.

No quiero imaginar si esos que ahora se rasgan las vestiduras, no por la muerte de la policía, que ha sido enterrado sin más honores ni reconocimiento que los justos y los de sus íntimos, y sí arrojan la ausencia de chaleco antibalas y que fuera con la pistola al cinto; si hubiera o hubieran, la brigada, hecho fuego con resultado de muerte, tan solo del delincuente. Damos la vuelta a la tortilla, y hacemos, poco menos que otro héroe.

Más, de no haber muerto la joven policía, ya estarían cuestionado el otro compañero que abatió al atracador y la inquisición opositora poniendo en marcha la maquinaria.

Ambos difuntos con pedigrí delincuencial, no han provocado investigar y en su caso denunciar como y de qué forma fueron juzgados en sus días, que pena o penita pena, les pusieron, si luego la reincidencia sirvió para algo y en cualquier caso que condena cumplieron; y de ser todo normal convenir que hay individuos en que la reinserción no es posible. Eso sí es prevenir y no jugar a adivino, con ventaja de hechos consumados: a toro pasado. A cojón visto macho seguro.

Pocas veces un muerto, de dudosas intenciones y catadura, ofrece tanta carroña a los buitres. Y mientras los gallegos miran para otro lado; ya se sabe que te encuentra a uno en una escalera y no sabes si sube o si baja; en Madrid aflora lo más rastrero de la política buscando una rentabilidad no por méritos propios y sí emboscando arteramente al rival, bien sea el Gobierno o más directamente librando la más asquerosa batalla en Madrid, con su Delegada del gobierno, cuando aún no se sabe si va a ser candidata o no y cuando la policía anda confusa en sus asuntos internos de comunicación sin que todavía nadie haya aportado pruebas de si se sabía o no de antemano lo que luego sería una "intifida de excusa futbolera y de fondo ideologías fascistas, ambas" con el resultado de un muerto que como decíamos ayer "no pasaba por allí, precisamente" .

Hay algunos que aun pretendiendo ser el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro, y aunque ni lo suyos le den vela, se afanan en seguir compitiendo en carreras de uno solo y siempre quedar segundos.