Je ne sui Charlie, Je n’ai jamais Charlie

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Je ne sui Charlie, Je n’ai jamais Charlie

Mi historia de hoy, la primera de 2015 podría ser cualquiera de las muchas que me han interesado desde el pasado 29 de diciembre en que este Paseíllo cerró ejercicio.


Pero el ahora, en actualidad, devora el hace un rato.


Ahora toca, lamentablemente por su origen trágico de terrorismo, el "je suis Charlie" que provoca una serie de diarreas pensantes conducentes al sí pero no. En muchos casos la equidistancia entre la condena del terrorismo y el temor a los movimientos contrarios para contrarrestarle, pese que ni siquiera plantean usar las mismas armas : blancas, de fuego, explosivas o destrucción masiva.


Los "je suis Charlie" concluyen derivando hacia el peligro de la instalación de la "islamofobia" ( que no es ni cruenta ni terrorista, no atenta a la vida física) sin aportar cual es la solución ante la creciente "occidentalofobia", que cuenta en su hoja de sacrificios con un 11-S, 11-M, 7-J, más los hechos recientes de París ( no sólo el "Charlieterrorismo" sino el IVA que se cobró en el súper judío) y los casos diarios en el corazón árabe del Islam profundo contra el Cristianismo..


La manifestación del domingo en París ha provocado numerosas declaraciones políticas y periodísticas, que son las de los frustrados de la política, en las que en muchas de ellas se deduce que el problema no es tanto el Islam como Marie Le Pen, cuyo xenófobo movimiento (dicen), que se sepa no ha producido muertos ni heridos.


Cierto que no se debe meter a todos en el mismo saco y que el musulmán no tiene porqué ser "yihadista" pero es parte del peaje si no lo depuran desde dentro; y parece no hay voluntad de ello.


Quizá porque Alá, por boca de Mahoma, no está del todo disgustado con los suicidios en su nombre y en el de su dignidad.


No todo abertzale es de ETA, pero la tibieza en condenarla, si es que lo hace, le convierte en cómplice pasivo, y en su caso en escudo humano seudo voluntario de la lucha antiterrorista.


Más si en vez de lucha es guerra.


Guerra como la planteada por la yihad islamista y que, sobre todo la izquierda occidental, se niega a definir como tal concediéndoles la victoria de la primera de las batallas que es la del idioma; quizá para no afrontar la de las armas y correr el riesgo que esa izquierda te llame "asesino" como le ocurrió a Aznar el 11-M.


Afortunadamente, ayer a Hollande, le arropó todo el mundo; dudo como hubiera reaccionado, el buenismo, de ser presidente Sarkozy.


Esta guerra que recuerda a las cruzadas medievales en nombre de la religión y propiciada por un laicismo ni siquiera de "café para todos" sino de tolerancia, permisivo, cuando no sumisión y empatía hacia el islamismo, por la que se autodefine progresía; esta guerra, repito, tiene como objetivo final un genocidio ideológico parejo al étnico de Hitler.


Pero falta un Churchill con altura de miras y dos huevos para contrarrestar – en defensa propia-, sin caer en guerras sucias, antidemocráticas, pero con firmeza, lo que ambiciona ser no ya una recolonización recordando el 711 sino un exterminio.


Pero , claro, estamos en época multicultural y digiriendo todavía aquella gilipollez de la "cultura de las civilizaciones" como sacada de los "mundos de Yuppie"


Je ne sui Charlie. Je n' ai jamais Charlie (nuca he sido Charlie). Ni fui el semanario El Jueves. Sí de La Codorniz.


Nunca milité en el periodismo, o derivados, que ridiculizan, insultan y humillan sentimientos, símbolos, ideas, religiones...en aras de una libertad de expresión que nunca tuvo límites legales para proteger derechos, tan legítimos o más que el de expresión, de terceros (individuales o colectivos).


Je suis aujourd'hui Charlie. Hoy soy Charlie.


El Charlie occidental territorio de libertades, tolerancia que es, por elevación, el sujeto objeto del terrorismo islámico.


Nueva York, Madrid, Londres, París... No es por casualidad.


Y sí, si soy coherente y nada cínico e hipócrita, que significa en sofisticado "políticamente correcto":


Sí "je suis anti-islamista"... pacífico, eso sí; que no comprensivo por lo expuesto (terrorismo) pero también por la degradación a lo más bajo de la dignidad de las mujeres, de los homosexuales; la utilización de los niños alienándolos con la "guerra santa" y su condición de héroes mediante la inmolación....y más, más, más....


Para más información leer programa de mano, tal que El Corán.


Mi pregunta es ¿debo pedir perdón? Y a quien.


Contéstenme después de la publicidad.



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