Sebastián Ritter es un torero tenaz, marcado por el valor en sus actuaciones y porque no decirlo, un torero de Madrid según demuestran las estadísticas de su carrera. Se proclamó novillero triunfador del San Isidro de 2013 y ese mismo año tomó la alternativa en la Feria de Otoño junto a El Cid y Fandiño. En estas seis temporadas desde su doctorado solamente ha toreado nueve festejos en España y de ellos, seis, han sido en la plaza de Las Ventas. Fue el último descubrimiento de Antonio Corbacho, forjador de toreros como José Tomás y Alejandro Talavante, y ahora el colombiano vuelve a Madrid para seguir demostrando su valía y con la ilusión de que en esta ocasión su paso por Las Ventas le valga para abrirse camino.
Así es, es un regalo de Dios. Tengo que dar las gracias a la empresa porque ya era un sueño entrar en San Isidro y agradezco volver ahora y poder terminar lo que empecé ese día que no pude culminar por la cornada sufrida. Es una fecha soñada, soy muy admirador del maestro Paco Ojeda y el 15 de agosto está en la memoria de todos.
Sí, la verdad que mi padre siempre me decía que el que no torea un 15 de agosto prácticamente estaba muerto taurinamente hablando. En mi caso, quitando los años de novillero, nunca he toreado un 15 de agosto y el otro día me lo recordó mi padre ilusionado de verme en esta fecha. El sacrificio hasta llegar aquí ha sido muy grande, es difícil que te repitan sin haber cortado oreja en mi anterior compromiso pero salí a darlo todo y eso Madrid sabe verlo.
Sí, por supuesto, cuando uno dice sí a Madrid es porque me encuentro bien. Ha costado su esfuerzo y estos días previos será de preparar cuerpo y también mente. Después de una cornada surgen miedos y hay que darle la vuelta antes de llegar a la corrida.
La mente en el toreo se necesita más que el cuerpo, lo que tengas en la cabeza es lo que sale reflejado en la plaza.
Yo creo que soy un caso especial. Imagino que para todos los toreros, pero para los que venimos de fuera, Madrid lo es todo y siempre me he enfocado en Madrid, en mi cabeza no ha habido otra cosa que no sea triunfar en Las Ventas. En otras plazas si no triunfas cortando orejas no te vuelven a poner y ni con esas está seguro volver. Madrid es tan grande que las orejas pasan a un segundo plano, la sensación que das en la plaza es lo que tiene repercusión, no quiero que se me malinterprete. Cuando vas a Madrid y te entregas, eso tiene premio y te vuelven a poner. Año tras año siempre he salido de la plaza con la sensación de que me había entregado y me había ganado otra tarde. He matado diferentes encastes en esta plaza y siempre que me han llamado he ido.
Sí, me preparo para eso, mi sueño ha sido Madrid y siempre me he enfocado en Madrid. Podía haber hecho mi carrera en Colombia, la gente se piensa que yo estoy en Colombia pero no, llevo diez años afincado en España con la fe y el sueño de cumplir mi objetivo. No he toreado en más sitios porque no he triunfado en Madrid pero ya llegará mi momento y el 15 es buen día para ello. Me toca devolverle a la afición y a la plaza la confianza que han depositado en mí estos años.
Madrid me ha dado la vida. Esos meses son duros, el año pasado estuve en la corrida de Saltillo y lo di todo pero no sabía si iba a tener el premio de volver.
Este año cuando hice el paseíllo al terminar vi en la grada del 5 una pancarta que ponía “la grada del 5 con Sebastián Ritter” y yo pensé, ¿y esto qué es?... fue algo que me llamó la atención. Sí he sentido siempre el cariño de la gente y eso te da mucha fuerza a un torero como yo que no torea casi nada y no he triunfado en esa plaza. Cuando un aficionado se te acerca y te dice que están esperando con ganas a que un toro me regale cinco embestidas y pueda cuajarlo, eso te da la vida.
No, estuve tentando una vez allí cuando vine por primera vez como novillero y me gustó muchísimo. Casualmente días después Paco Ureña cortó una oreja en su confirmación en Madrid a un toro de la ganadería y me encantó esa tarde. Ahora me toca a mí.
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