El Cid: “Sea una plaza pequeña o un escenario grande, quiero seguir dando lo mejor de mí en mi último año”

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El Cid: “Sea una plaza pequeña o un escenario grande, quiero seguir dando lo mejor de mí en mi último año”


Triunfó en Santander con la corrida de La Quinta la pasada semana y ahora analiza cómo va la temporada de su adiós en La Divisa. 

Se ha enamorado Sevilla de un torero de Salteras, se ha enamorado Madrid de su izquierda tan torera. Manuel Jesús, buenas noches.


Buenas noches.


 Y se ha enamorado Santander, Tudela y Porzuna… que son plazas de Dios también. Vamos bien.


Sí, estoy muy contento por todo ello, por cómo está transcurriendo esta temporada y por cómo se presenta un mes de agosto con compromisos muy fuertes.


Lo de Santander fue emotivísimo.


Fue muy emotivo. Es una plaza que a mí me ha querido siempre muchísimo, donde he tenido grandes tardes, donde he indultado, donde las peñas me han homenajeado y me siguen por el norte. La verdad que me siento muy querido por todo ello. Cortarle las dos orejas a ese toro, para mí, fue la despedida soñada.


Tienes un mes de agosto repleto de despedidas. Supongo que te motivan todas, pero lo de Bilbao es algo especial.


Sí, es muy especial. Después de varios años sin estar anunciado allí, poder volver en mi último año siempre te llena de satisfacción y de orgullo, además de responsabilidad. Es una corrida de toros muy exigente como Victorino, pero es muy emotivo. Me hace mucha ilusión estar este año en Bilbao.


En esa escala de intensidad, ¿qué otras plazas tienes para despedirte con grandes recuerdos?


La primera es Madrid, que ha sido la plaza que a mí me descubrió y me puso en figura. Luego, Sevilla y luego Bilbao. Bilbao es de las plazas en las que la responsabilidad siempre está a flor de piel.


Me has hablado de Madrid, ¿te esperamos por Otoño?


No lo sé. En San Isidro no salió la tarde mala porque estuve a gusto con los dos toros, pero sí es verdad que no es lo que tienes en mente.


¿Y la definitiva en Zaragoza?


Podría ser la Feria del Pilar, y unos compromisos que tengo pendiente también.


Y América, que te dio calor cuando más frío hacía.


Sí, cuando más falta hacía. Es un mercado que para los toreros, cuando empezamos y no tenemos demasiadas posibilidades, nos abre siempre las puertas. Siempre es un bálsamo de ilusión y de querer seguir siendo torero. Te da la posibilidad de volver a vestirte de luces, de estar en contacto con el público. A nosotros siempre nos ronda la mente, siempre han estado apoyando a los toreros jóvenes.


¿Algún sitio que te haya dolido no despedirte?


Valencia y Albacete –incomprensiblemente no sé por qué, pero el último día que toreo en Albacete indulto un toro de Daniel Ruiz y no he vuelto a pisar esa plaza, por lo que no sé si es bueno triunfar o que te peguen dos broncas para volver-.


En Valencia también las has liado gordas.


Me ha dolido muchísimo este año no estar en Fallas cuando me lo prometió la empresa y finalmente no pudo ser. Luego me prometió que sería en la Feria de Julio, pero tampoco he estado anunciado, hubo una sustitución y tampoco, no había mucho interés en ponerme…


Hemos disfrutado según nos iban llegando las noticias tras el triunfo de Santander y las pequeñas plazas.



No hay plaza pequeña. El respeto de todo aquel que paga la entrada lo tiene que tener. El que va a su pueblo a los toros, para él es la mejor plaza del mundo, y tienes que ir a por todas, porque quieren ver al torero que han visto en la tele y tienes que estar en ese nivel. Nunca he escatimado esfuerzos. Siempre he intentado dar lo mejor de mí. En Porzuna fue una tarde muy bonita, pude disfrutar con mi primer toro de Mollalta. 


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