Capea: “El año que viene empezaremos a lidiar corridas a pie”

Pedro Gutiérrez: “Vengo persiguiendo una bravura con calidad, pero de la que a veces molesta y con la que hay que esfozarse”

“El quinto es el toro que uno va persiguiendo, pero también el tercero es un toro que tiene que estar en una ganadería. Tiene que haber muchos terceros para que haya algunos quintos”, dice el ganadero tras el encierro lidiado en Pamplona. 

Uno de los triunfadores en cuanto a ganaderías se refiere en la feria del Toro de Pamplona es el hierro del Capea. Maestro, buenas noches.

Buenas noches.

Felicidades.

Gracias. Está saliendo todo muy bien y estoy muy contento porque cuando se trabaja y el fruto te recompensa, es una satisfacción muy grande.

Hemos hablado con Leonardo, que estuvo extraordinario. Sirvieron todos, pero para que salga ese quinto tiene que haber ese bravísimo tercero.

Tú no puedes tener un toro con clase si no viene precedido con un fondo de nobleza grande y otro de bravura. Esa bravura a veces molesta que hace esforzarse a los toreros es la que da los triunfos importantes y los que da continuidad a la ganadería.

En una escala de prioridades, ¿cuál le satisfizo más?

Hace falta el quinto y el tercero. El quinto es el sueño que uno persigue, pero también sabiendo que viene detrás del tercero. Tiene que haber muchos terceros para que ocurran algunos quintos. Yo lo tengo claro. Yo he echado muchísimos toros que, para mí, han sido incomprendidos, porque tenían ese fondo. Además, estos años nos ha costado mucho el manejo y la alimentación. Afortunadamente, ya llevamos unos años en los que la gente se va dando cuenta que el fondo de Murube y la casta no se ha acabado.

Hay algo que es importante, el manejo y la alimentación. Alguien podría hablar de racha, pero la racha dura ya unos años…

La gente es que no tiene memoria, pero ya en el año 89 Ortega Cano me indultó dos toros en Salamanca. Ha habido muchos altibajos y lo sé. Pero sigo con el convencimiento de que con el trabajo se consiguen las cosas. Estudiando todo eso, teniendo paciencia y una afición desmedida –ayudado por mi familia- lo puedo conseguir. Creo sinceramente que todavía le queda mucho que dar a la ganadería.

Viendo la corrida de Pamplona y la de Madrid no sé si es que estás demasiado cómodo siendo el pilar ganadero de rejones o que los toreros no apuestan por una ganadería con fondo y bravura que serían de éxito en el toreo a pie.

Sí, pero estos años he estado tan cómodo que no he querido cambiar, además mi mujer me ha frenado porque sufre en el toreo a pie. Nuestra idea es echar festejos a pie, y esperamos a partir del año que viene poder hacerlo. Únicamente ha tentado en casa mi familia, y últimamente ha ido El Juli o Curro Díaz, que se están sorprendiendo. A partir de ahora, si me deja mi mujer, podremos lidiar a pie.

Hemos ilustrado esta entrevista con la famosa copla Divisa verde y oro, un homenaje a la ganadera salmantina. Aunque el protagonista es El Niño de la Capea, detrás de un gran hombre hay una extraordinaria mujer…

En mi caso, mi mujer me frena las euforias. Es la más sensata y pone el punto de cordura.

Ya que estamos en esta conversación, como maestro consumado de la tauromaquia ha pasado una feria de San Isidro que no deja indiferente a nadie, ¿qué resumen rápido nos podrías hacer?

Hemos vuelto a lo que no se debía ni haber abandonado: la mezcla entre figuras y oportunidades. Se ha demostrado que las figuras han apretado y las novedades han apretado porque saben que si no, no se pueden subir al carro. Se han combinado carteles de los de mi época. No se debe perder nunca eso: la mezcla de nuevos toreros con figuras.

Hay voces que antes de celebrarse la feria decían que era por ahorrar dinero.

La memoria. En mi época siempre había una novedad en los carteles de figuras. Si Dominguín o Camino no me hubiesen dado la oportunidad, no me habría hecho torero. Y eso lo ha recuperado Simón Casas.

¿Estando en activo hubieses entrado en el bombo?

Eso me ha sorprendido. Ha sido un bombo un poco light, porque dentro del bombo, a cualquier figura las corridas que había no le hubiese importado matarla.

Imagínate que en el bombo se apuntan Manzanares padre o Paco Ojeda, ¿Capea se hubiese apuntado?

En esa época era impensable eso. Era una novedad que ha funcionado.

Contentos con Miguel Ángel, ¿no?

Sí, está con una seguridad aplastante, solamente le falla la espada algunos días. Pero está en un momento cumbre como ha dicho en Sevilla o Madrid. Es un torero generoso con los toros, algo que no es fácil. La gente se lo ha reconocido y creo que la temporada está siendo magnífica.

¿Y Perico?

Intentando abrirse puertas en México. Tiene algunas cosas hechas allí. En España va a Guijuelo con Ponce y Perera, pero hay muchas dificultades. Es un enfermo de afición.