Escribano reaparece indultando un Miura en Utrera

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EMILIO TRIGO


Con una corrida de toros de Miura reaparecía Manuel Escribano en la tarde de este sábado, 22 de junio, en la plaza de toros sevillana de Utrera. Octavio Chacón y Pepe Moral le acompañaban en el cartel.


‘Babuchito’ abrió la tarde de los Miuras en Utrera. El primero de la jornada se dejó torear con las teclas lógicas de sus genes. A este, Chacón lo saludó con compostura a la verónica en un recibo largo y bien rematado. Bravo como un tejón en el caballo. Empujó con riñones y mucho poder en la suerte de varas. Brindis a Escribano. Octavio conformó una faena con estructura y compostura por ambos pitones. Hubo imposición y además gusto sobre todo en los magníficos de pecho. ‘Babuchito’ no quería nada por arriba y protestaba cuando la muleta viaja por esas alturas por culpa del viento. Labor exigente de gaditano que le valió una oreja.


‘Mazorquito’ fue un toro que señalaba con los pitones permanentemente. Ofensivo pero sin embargo con cuello en acción de descolgar -otra cosa es que lo hiciera- en las telas. Un Miura de mucha viveza en su cara, de corto viaje y apretando en cada embroque. Tuvo muchas cosas a la contra Escribano ante su primero al que estudiaba constantemente en cada momento. El segundo se revolvía en un palmo cuando pasaba -más por el izquierdo- en la técnica faena del sevillano. Una labor más de profesionales que de público, aunque el respetable supo valorar con entrega y reconocimiento. Los aceros privaron del más que posible trofeo. Antes lo enjaretó con una larga cambiada en el tercio y buenas verónicas. Posteriormente se vació en un variado y arriesgado tercio de banderillas. Brindó a su cuadrilla.


‘Alcaparrito’ resultó buen toro -en Miura- noble y obediente. Astado que no desarrolló sentido como su hermano anterior y que dejó componer una estética obra a Moral. El palaciego -hasta este tercero- realizó lo más artístico de la tarde. Comenzó con un largo saludo a la verónica donde dibujó los lances con prestancia. El quite por chiquelinas refrendó su buen manejo capotero. Brindó al diestro local Luis Vilches. Pepe Moral cuajó una artística faena al primero de su lote. Destacó su ejemplar natural en varias series muy bien hilvanas y la dimensión alcanzada en el conjunto de su quehacer. Los aceros lo emborronaron todo. Ovación.


‘Taponero’ un precioso sardo que cerraba el lote del gaditano. Astado complicado por su falta de entrega y baja raza, lo que le hacía soltar la cara constantemente y acortar mucho el viaje. Chacón lo tanteó inicialmente con el capote -se lo sacó para afuera- sin ahormar el lance. Este lo brindó al público en los medios y le construyó una faena a la vieja usanza. El oficio de Octavio lo aderezó con sabor añejo y un torero de recursos.


Un gran Miura que mereció tal honor. Manuel Escribano -hizo historia- al indultar a un gran toro de la legendaria ganadería. El sevillano cuajó de principio a fin al quinto al que toreó a placer. A este ejemplar lo amasó desde que se abrió de capote en verónicas sentidas. Posteriormente el tercio de banderillas resultó muy variado y bien ejecutado. Y para finalizar con la muleta se vació en una bella obra. La faena de Manuel estuvo llena de ligazón y de toreo caro -ante un Miura que recibió dos puyazos- y siempre a más. El de Gerena dibujó el natural exigente y la ligazón en el toreo fundamental. Hubo tiempos entre series y estructura en cites y distancias. Un Escribano lúcido realizó a la perfección todo lo que su entregado astado necesitaba. Gran toro y gran torero.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Utrera, Sevilla. Corrida de toros. Media plaza.

Toros de Miura, indultado el quinto.

Octavio Chacón, oreja y oreja.

Manuel Escribano, ovación y dos y rabo simbólicos.

Pepe Moral, ovación y 

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