Roca Rey rindió a la Monumental Plaza México

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TEXTO: MARYSOL FRAGOSO


La Plaza México era uno de los escasos bastiones del mundo que se le resistía al matador Andrés Roca Rey, quien había triunfado reiteradamente en la geografía taurina. Sin embargo, durante la Corrida Guadalupana, finalmente, el peruano consiguió que la afición cayera rendida a sus pies. Ello, al protagonizar una faena ante el último toro del encierro, correspondiente a la ganadería Jaral de Peñas, al que le cortó las dos orejas, para con ello, hacer realidad su sueño y salir en hombros por la Puerta del Encierro, en olor a multitudes.


Sus alternantes no lograron su objetivo, debido al escaso juego de los toros.


Destacó la “hombrada” de Joselito Adame, quien reapareció a cuatro días de haber sufrido una extensa cornada en el escroto. Su entrega estuvo por encima de su lote, únicamente, el mal manejo de la espada ante su primero, le se privó de “tocar pelo”. Morante de la Puebla tuvo un lote cuesta arriba y Sergio Flores cumplió con faenas dignas.


Al toro que cerró el festejo, Roca Rey lo veroniqueó con suavidad a pies juntos. Realizó ajustadas gaoneras, que conjuntaron un quite nutrido en cantidad y calidad. Su quehacer de muleta al de Jaral de Peñas inició en los medios al echar rodillas a tierra para ejecutar temerarios cambiados por la espalda y sendos pases de pecho. Más adelante, ligó sentidas tandas de derechazos largos y templados de mano baja, en la zona de la boca de riego. Cerró con pases temerarios entre gritos de ¡torero! Terminó de estocada en todo lo alto de efectos inmediatos para obtener las orejas. Ante el cuarto justificó su inclusión en el cartel, pero no obtuvo dividendos.


Joselito Adame con el de Santa Bárbara, más allá de la larga de rodillas, desmayó los brazos en lances a pies juntos, además de quitar ceñidamente por chicuelinas. Aún sufriendo los costes dolorosos del percance, se entregó en una labor con fondo y talento. Toreó con calidad por ambos pitones. Cerró su labor con una serie de luquesinas. Terminó de estocada trasera y cuatro golpes de descabello, por lo que perdió la oreja. Fue ovacionado en el tercio. El otro burel, de Barralva, fue violento y le brindó pocas opciones.


Sergio Flores logró un ilusionante inicio de faena con el ejemplar de Los Encinos que desarrolló genio y al que sometió con conocimiento de causa, aunque no logró que surgiera la faena de triunfo y terminó fallando con los aceros. Abrevió con el de Campo Hermoso que se aquerenció en tablas.


A Morante de la Puebla no le facilitó la ejecución del torero, el burel de Xajay que hizo primero. El público no acepto al quinto, de Teófilo Gómez, que fue pitado hasta que el palco de la autoridad ordenó su cambio. En su lugar saltó al ruedo un burel de Los Encinos que no se prestó y el torero debió enfrentar una bronca.


FICHA

MIÉRCOLES 12 DE DICIEMBRE

PLAZA MÉXICO

Corrida Guadalupana, sexta de la Temporada Grande. Más de media entrada en tarde nublada y fresca, con algunas ráfagas de viento.

OCHO TOROS: XAJAY, SANTA BÁRBARA, LOS ENCINOS, VILLA CARMELA, LOS ENCINOS, BARRALVA, CAMPO HERMOSO y JARAL DE PEÑAS, desiguales de presencia y juego complicado. Sobresalió el octavo. PESOS: 488, 510, 502, 490, 521, 502, 482 y 475 kilos.

MORANTE DE LA PUEBLA (grana y oro):

Pitos en su lote.

JOSELITO ADAME (salmón y oro):

Ovación y palmas.

SERGIO FLORES (azul marino y oro):

Silencio tras aviso y silencio.

ROCA REY (azul y oro):

Silencio y dos orejas.

INCIDENCIAS: La Porra Libre entregó a Morante de la Puebla el trofeo Manolo Martínez como triunfador de la Temporada Grande 2016 2017. El subalterno Gustavo Campos saludó en el tercero.

RECUADRO UNO

Al término de la Corrida Guadalupana, Andrés Roca Rey señaló: “Fue un triunfo por el que tuve que esperar mucho tiempo. Y, cómo que aguardar mucho por él, era muy ansiado y muy esperado por mí; por eso ahora lo voy a disfrutar muchísimo”.

El diestro peruano de 22 años de edad, agregó: “Me preparé mucho para enfrentar esta corrida. Maté varios toros a puerta cerrada pues tenía toda la ilusión del mundo en triunfar en la Plaza México, pues para mí, había llegado la tarde del sí o sí”.

Reconoció que al haberse lidiado siete toros del encierro antes a que a él le correspondiera torear le había dejado un panorama complicado, “era un reto cerrar la corrida, pero yo estaba convencido de que iba con todo y por todo”. El jueves, Andrés tomó rumbo a Lima, Perú, donde se dará una semana de descanso para luego enfrentar un cierre de año en las principales ferias de Sudamérica. Una de las cuales será en la plaza Cañaveralejo en Cali, Colombia, donde toreará el próximo 27 de diciembre ante un encierro del empresario Juan Bernardo Caicedo.

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