Juan Bautista: “La regularidad en mi tierra y la entrega de su afición durante mi carrera ha sido increíble; han sido 700 corridas y 1500 toros en mi vida”

|


2091512



Juan Bautista: “La regularidad en mi tierra y la entrega de su afición durante mi carrera ha sido increíble; han sido 700 corridas y 1500 toros en mi vida” 


“He abierto la puerta grande de Madrid una vez de novillero y dos veces de matador de toros. Aquella novillada en el 99 fue un sueño, porque era mi presentación en esa plaza y fue impactante, ya que no tenía ni siquiera 18 años. Luego, conseguí en una feria de Otoño cortar dos orejas a un toro de El Puerto y en una feria de San Isidro logré salir a hombros con el encierro de El Cortijillo”. 



Veinte años de alternativa, diecinueve temporadas, más de 1500 toros estoqueados y una carrera meteórica que ahora llega a su fin. Lo hizo en octubre en Zaragoza y sólo le queda una corrida: la de Arles el año que viene. Hablamos de Juan Bautista. Torero, buenas noches.


Buenas noches.


Parece mentira que hayan pasado ya veinte años.


Pasa rápido el tiempo, han pasado muchas cosas durante estos años.


Una carrera tremendamente prometedora como novillero, y una travesía del desierto de menos a más para retirarte en el mejor momento de tu carrera. Estos dos años son un parteaguas de reconocimiento, de prestigio y de triunfos sonados.


Durante estos veinte años ha habido de todo: cosas buenas, momentos de dudas, momentos de felicidad, pero he conseguido evolucionar, aprender y avanzar durante estos años. Las últimas temporadas me han pillado con toreo asentado, y ha sido cuando más y mejor he toreado. Pero así es la vida: hay que adaptarse a las circunstancias y a los momentos. Esta iba a ser mi última temporada completa y el año que viene será en Arles una corrida de celebración y de despedida.


¿En septiembre?


Sí, en la feria del Arroz, donde tomé hace veinte años la alternativa.


Desde siempre se te ha considerado un torero de técnica perfecta al que acusaban de que le faltaba alma. Eso se ha ido corrigiendo con la madurez adquirida en estos años.


Sí, he ido avanzando y aprendiendo, intentando corregir el máximo de defectos y de cosas que se podían mejorar. Uno siempre sueña con conseguir la faena ideal, pero solamente es un sueño. Igual que el toro ideal no existe, la faena ideal tampoco. Por momentos, he conseguido realizarme como torero, transmitir y momentos muy bonitos en las plazas más importantes del mundo. Estoy orgulloso y feliz.


¿Cuántas veces has salido a hombros de Madrid?


Una de novillero y dos de matador.


No todos pueden decir lo mismo…


No. Aquella novillada del 99 fue mi presentación y salí a hombros, sin tener aún 18 años. Luego, una feria de otoño salí a hombros con una corrida de El Puerto y con una de El Cortijillo en una feria del Aniversario. Luego ha habido faenas que me han llenado, el público de Madrid me ha exigido pero me ha mostrado también mucho respeto y cariño.


Francia a veces nos da tantos ejemplos de todo… pero han faltado un ramillete de toreros franceses. Ahora muchos chavales que os tienen a ti y a Castella como referente. En Arles, Nimes, Bayona… eres Napoleón vestido de luces.


La regularidad obtenida en mi país estos años, el seguimiento que han tenido los aficionados allá donde toreaba lo he disfrutado. Ha habido faenas que quedarán en el recuerdo, como Mont de Marsan donde corté un rabo. Son 700 corridas de toros, 1500 toros más o menos y durante todos estos años ha habido de todo pero he conseguido avanzar y tener una colocación en el toreo importante.


Hemos puesto Madrid y Francia como epicentro pero en América también has tenido lo tuyo.


Sí, he tenido una participación importante. He hecho el paseíllo con generaciones de toreros muy distintas allí, eso me llena de amistad y de cariño, de respeto entre los compañeros.


La afición al toro te llega desde chico. Tu llorado padre del que tanto nos acordamos era un extraordinario rejoneador, ¿por qué te dio por el toreo a pie?


No sé explicarte. Cosas que pasan. En casa siempre tuve la afición al toro, por todas las amistades de mi padre. Me inculcó y me apasionó este mundo. El toro me fascinó mucho más. He seguido la última etapa de mi padre como rejoneador y he tenido la suerte de acompañar a varios de los toreros a caballo que él apoderó, como los Cartagena, y todos los matadores a los que apoderó con su socio y amigo Alain Lartigue. Todo eso me fascinó para intentar conseguir algunos de mis sueños, algo que he conseguido.


Junto con tu hermana, te hiciste cargo de la plaza de Arles como empresario. Me duele tener que hacer esta pregunta pero creo que es obligada por la impronta que te ha marcado tu padre, ¿influyó su muerte para cambiar el chip?


Hay que adaptarse a las circunstancias y éstas han sido duras y desagradables. Pero coincide en una etapa avanzada de mi carrera. He sentido que torear no podía ser exclusivamente mi prioridad absoluta, que tenía que encargarme de otras cosas como la plaza de toros de Arles. Mi padre se encargaba de muchísimas cosas y he querido tener más tiempo para tomar el relevo en esas facetas. Mi decisión va ligada también a que la figura de mi padre ya no está aquí y quiero tomar la responsabilidad de encargarme de muchas cosas que no me permiten estar exclusivamente con la mente puesta en el toreo.


Eres consciente de tu hoja de servicios, repleta de éxitos, pero no sé si estás de acuerdo conmigo que eres de esos toreros que impactan por control remoto: con el paso de los años se te echará en falta y se valorará el currículum impecable. Hay toreros de tu corte, como el maestro Ángel Teruel, lo ponías marcha atrás y tenía una técnica tan depurada que en imagen real.


Ojalá y deje ese bonito recuerdo. Hay faenas que siempre se recordarán, tanto en mi país como en España. Todavía me queda una tarde que me hace una ilusión tremenda. Quiero que ese día sea una fiesta y el futuro dirá si he dejado buen recuerdo y mi trayectoria ha hecho posible que el toreo siga avanzando. Creo que en estos años de atrás, mi técnica me ha permitido enfrentarme a distintos encastes y ganaderías, triunfar con esos hierros tan diferentes. Yo he disfrutado muchísimo del toreo, me he ido conociendo cada año más como torero y como persona y eso ha sido una etapa muy bonita. Ahora espera una etapa en la que estaré ligado al mundo del toro y me involucraré directamente en otras facetas, pero la de torero que he disfrutado muchísimo estará a parte.


El sobrero: ¿Tenemos algún Jalabert chiquito que pueda seguir adelante con la dinastía?


Tanto la niña como el niño disfrutan del campo, acompañan en las labores, y luego no sé si querrán ser torero, empresario, ganadero o veterinario, pero me gustaría que conociera el mundo que ha apasionado a su abuelo, a su padre y a nuestros antepasados.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.