Rubén Pinar pasa la noche con "muchos dolores" y casi necesita una intervención de urgencia "por el abundante sangrado"

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TEXTO: JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO


Rubén Pinar ha pasado la noche “con muchos dolores e incómodo”, tal y como narra su apoderado Manuel Amador desde la Clínica San Francisco de Asís de Madrid. Ayer, un toro de Partido de Resina le propinó una cornada de pronóstico muy grave con la que siguió toreando e incluso se fue a pie hasta la enfermería. Todo un milagro que ni los médicos se explican: “No les entra en la cabeza cómo pudo aguantar toreando con lo que llevaba encima”.

Esta noche la herida “le ha sangrado mucho, hubo que llamar al médico de guardia y éste estuvo a punto de llamar a don Máximo, pero finalmente lo visita esta mañana”, ha explicado Amador. “No ha dormido nada”, añade el apoderado del torero manchego.


El parte médico habla de una herida por asta de toro en tercio superior de cara interna muslo derecho de dos trayectorias. Una de 25 centímetros hacia arriba, que contusiona en el isquio y otra hacia atrás de 20 centímetros que bordea el fémur, produciendo destrozos en los músculos abductores y contusiona paquete vásculonervioso. Es intervenido en la enfermería y trasladado al hospital San Francisco de Asís con cargo a La Fraternidad. Pronóstico: muy grave, le impide continuar la lidia.


Firmado: Doctor García Leirado.

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