Manzanares, Roca Rey y Dávila pasean cuatro orejas en el festival de la Macarena en Sevilla

TEXTO: EMILIO TRIGO / FOTOGALERÍA: ARJONA - PAGÉS

La Hermandad de la Macarena recuperaba el festival taurino benéfico en la tarde de este 12 de octubre en La Maestranza. El cartel estaba compuesto por tres matadores retirados, Pepe Luis Vázquez, Francisco Rivera Ordóñez y Dávila Miura; tres toreros en activo, Morante de la Puebla, José María Manzanares y Roca Rey, y el novillero Manuel Vázquez. Las reses que se lidiaban, por el siguiente orden de salida, fueron de las ganaderías de Núñez del Cuvillo, Jandilla, Daniel Ruiz, Miura, Garcigrande, Luis Algarra y Juan Pedro Domecq.

Con un minuto de silencio concluyó el paseíllo, la forma que tuvo la afición sevillana de solidarizarse con las víctimas de la tragedia de Mallorca.

‘Galiano’ de Cuvillo abrió la tarde. El primero no dejó expresarse a Pepe Luis con el percal puesto que perdió las manos nada más instrumentar la verónica. El recibo fue un mero tanteo. Muy mermado de fuerzas se mostró el del Grullo durante la lidia con un permanente tambalear en todas sus acometidas. Entró dos veces al jaco aunque en ninguna recibió castigo. Lo peor llegó en banderillas puesto que fueron volteados aparatosamente ambos toreros de plata. Pepe Luis tras el oportuno permiso estuvo dubitativo en los inicios ante un novillo que se defendía al pasar. Sin embargo, a mitad de labor soltó los nervios y ganó en confianza en un par de tantas por ambos pitones con sabor añejo. Cinco o seis llenos de naturalidad y poco más. En definitiva perlas aisladas del veterano maestro que escucharon las notas del pasodoble ‘Cuadrilla de la Esperanza’. Con la espada para olvidar. Ovación.

‘Horcate’ de Jandilla hizo segundo, un toro que invitaba a disfrutar el torero por sus hechuras. Francisco Rivera ‘Paquirri’ estuvo muy suave con la capa y lanceó rememorando a su dinastía Rondeña. Rodilla en tierra recibió a su antagonista para posteriormente enjaretar un cadencioso recibo a la verónica. Se gustó Francisco con el percal y continuó de igual forma en un bonito quite por delantales. Cumplió en varas. ‘Paquirri’ en banderillas puso la plaza en pie y de paso recordó con un buen tercio a su padre aunque con ligeros desajustes. Brindó a su pequeña. Rivera comenzó muy torero con doblones por bajo aunque lo mejor llegó en los medios con un torero templado por ambos pitones. El Jandilla perdió intensidad durante el devenir de la faena pero siempre quiso con bondad. Rivera fiel a su personalidad en todo momento no acusó la inactividad y por ende estuvo muy fresco y seguro. Lució su buen concepto al natural y con unos remates muy sabrosos. Estocada y descabello. Ovación.

‘Visitante’ de Daniel Ruiz para Dávila Miura. El sevillano salió enchufado desde el principio y mostró variedad con el capote. Eduardo le sopló una larga cambiada en el tercio, un puñado de verónicas y algunos remates en los medios por tafalleras. Cumplió en varas. Y Morante hizo su quite...Enorme el cigarrero que le endosó tres una media de muñecas dormidas y manos bajas que reventó la plaza. Sensacional el toreo de capa de José Antonio. Otro momento álgido fue el brindis de Miura a sus compañeros de cartel. El tercero embestía de bravo -de los que pesan en la muleta- comiéndose el engaño por abajo ante un animoso Dávila. El animal sacó un embroque buenísimo con franqueza y recorrido, respondiendo el macareno con un toreo exigente y ligado. Eduardo le abrió los caminos dándole distancias y tiempos en un planteamiento impecable e inteligente. El natural viajó largo con los vuelos de la pañosa y a derechas la compostura por bandera. Remató su notable labor con un buen espadazo. Dos orejas cariñosas para el impulsor del festival.

‘Estanquero’ de Miura. El cuarto, un verdadero prototipo de Zahariche con unas hechuras agalgadas, despegado del suelo y abierto de sienes. Morante lo recibió de forma preciosa por verónicas con la tauromaquia de Gallito. Torería del sevillano que deja la miel en los labios puesto que todo el mundo quería verlo con el Miura. Lástima que no se mantenía en pie y tuvo que ser devuelto al corral.

‘Pastelito’ de Torrestrella hizo cuarto bis. El sobrero fue un chotito de cara delantera que molestó el saludo del cigarrero. Morante con más intención que lucimiento. Cumplió en varas. Llegó el Torrestrella con dudas al último tercio por su falta de clase y celo durante la lidia. Y lo visto, salió a relucir pronto tras una torerísima tanta inicial por ayudados por alto. Tras ese pasaje, Morante lo sacó a los medios para estructurar una labor por ambos pitones pero el Torrestrella decía nones. Deslucido y desrrazado. Hubo destellos toreros gracias a la porfía del ‘Príncipe del Toreo’ -como así lo bautizaron al inicio de su carrera- al sevillano. Recortes, algún ‘kiriquiki’ y desdén que llenaron de una solera distinta el albero maestrante. Casi entera y ovación.

‘Cuchillero’ de Garcigrande quinto de la tarde para Manzanares. Cuajado estaba este astado que le tocó en suerte al alicantino y que no le dejó expresar su clarísimo con la tela rosa. Este empujó con claridad en el peto recibiendo dos buenos puyazos de ‘Chocolate’. El quinto acometía pronto al cite de Josemari, embistiendo por abajo pero terminando con un feo derrote arriba. Mejor inicio que final tuvo el encastado. Manzanares embebía a su oponente en el inicio del viaje y después dormía el trazo de mitad de la taleguilla hacia el final. Todo fue naturalidad y elegancia aderezada con prestancia. Ligazón, empaque y personalidad, en una faena de mucho nivel por ambos pitones. Existieron dos desarmes -que cortaron la música- pero la clase dé Josemari hizo recuperar la intensidad inicial que fue muy alta, aunque bajó en las postrimerías por perder empuje el antagonista. Estocada hasta la gamuza recibiendo y descabello. Posiblemente esto resto para el doble trofeo. Ovación al Garcigrande en el arrastre.

‘Ladroncillo’ de Algarra para Roca Rey. Deslucido fue el de La Capitana en los primeros tercios donde no hubo nada destacable. El tercio de varas pasó sin pena ni gloria. ‘Landroncillo’ mostró muy pocas fuerzas al derrumbarse por dos veces, pero eso no restó para brindarlo al respetable. Roca comenzó como es habitual en él, imponiendo y arriesgando en la tanda inicial. Seguridad y capacidad en los pases por alto a pies juntos y de paso cuidando a su endeble oponente. Tenía nobleza el sexto pero nada de poder en su interior y así era difícil caldear el cotarro. Andrés le puso todo lo que faltó a su oponente y literalmente apabulló a su astado montándose en cima. Arrimón de órdago y aquilatada seguridad. Brutal la capacidad y el valor de Roca Rey que no vendió nada y se la jugó como si tuviera que ganarse el siguiente contrato. Andrés anduvo por la plaza sin bajar el pie del acelerador -como en toda la temporada- y arrancó una oreja a base de una titánica exposición.

‘Manijero’ de Juan Pedro Domecq cerraba el festejo. Un novillo que se movió insulsamente en los tercios iniciales sin prestarse a ningún lucimiento. El joven Vázquez movió con solvencia el percal en un recibo de tanteo. Brindó al cielo y al respetable. Manolo Vázquez estuvo en torero sacando a relucir los genes de San Bernardo. Naturalidad y sabor sevillano en una muleta recogida pero sin poder hilvanar continuidad a su trasteo. Atisbó detallitos de una personalidad única para tan corto bagaje ante el más deslucido del festejo. Estocada y descabello. Ovación

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Festival benéfico de la Hermandad de la Macarena.

Novillos de Núñez del Cuvillo, Jandilla, Daniel Ruiz, Miura, Garcigrande, Luis Algarra y Juan Pedro Domecq.

Pepe Luis Vázquez, ovación.

Francisco Rivera Ordóñez, ovación.

Dávila Miura, dos orejas.

Morante de la Puebla, ovación.

José María Manzanares, oreja.

Andrés Roca Rey, oreja.

El novillero Manuel Vázquez, ovación.