Juanito, primer triunfador de Colombinas

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EMILIO TRIGO / FOTOS: ARJONA- PLAZA DE HUELVA



Arrancaba este jueves la Feria de Colombinas de Huelva, con un cartel conformado por Alfonso Cadaval, Emilio Silvera y Juanito. Se lidiaban astados de Villamarta.


Abría plaza un novillo muy bien hecho con unas hechura muy en la línea de Villamarta y con un trote bastante prometedor. El utrero que remató en todos los burladero donde fue llamado metido muy bien la cara por ambos pitones en un recibo muy garboso y torero del onubense Emilio Silvera. El novillero, dibujó varias verónicas con cadencia y compás rematando con una estética media en el centro de anillo. Gustó el recibimiento de Silvera. Mientras el astado se movía algo abanto pero siempre con obediencia y buen trote. Una vara justita en el que hacía la puerta y a otra cosa. Brindis público. Emilio se puso a torear sin probaturas en los medios con la diestra y toreó muy bonito. El joven onubense lucio una muñeca muy templada, toreo vertical y ligazón en varias series de gran calado en el público y de mucho nivel en su construcción. Silvera, a zurdas, interpretó el natural largo, templado y exigente ante un buen novillo que sacó clase y fondo. El de Villamarta respondió con bravura y todo lo quería por abajo, puesto que por arriba protestaba en los de pecho. En conjunto, bella y fina faena de Emilio Silvera que no pinchar antes de casi entera hubiera cortado el doble trofeo.


Correton salió el segundo de la tarde llamado ‘Acusón’. Astado que tras las embestidas iniciales perdió mucho fuelle y llegó al recibió capotero muy tocado de poder. Juanito lo lanceó con suavidad en los medios pero el saludo dijo poco al respetable. A pesar de que a este se le mimó en el peto salió perdiendo las manos del jaco por lo que el portugués consideró no atosigarlo en la lidia. Juanito que brindó a un paisano, trató de acariciar cada muletazo pero de empeñó en apretarle por abajo en cada trazo, con lo que acortaba el viaje y hacia tambaleaba a su entregado antagonista. Cierto que la faena fue muy sincera y pisó terrenos de mucha exposición pero a estas alturas de su carrera el portugués necesita de un astado de mayor transmisión. Juanito se llevó una tremenda voltereta sin mayores consecuencias en su afán de entrega. Labor enrazada ante un entregado y humillador novillo de justo poder. Oreja.


De menos presencia el tercero de la tarde ‘Riojanillo’ novillo al que le costó un mundo coger el capote por su negativa a cometer. Con este material Alfonso Cadaval lo lanceó con corrección pero sin poder componer un saludo vistoso. De poca fijeza y cantando mansedumbre durante la lidia se comportó el utrero que deslució el tercio de banderillas. El sevillano salió muy enchufado desde el inicio y tras pasarlo por arriba se tiró de rodillas y le enjaretó una tanda a diestras más transmisora que limpia. Actitud innegable del trianero que ofreció entrega y sinceridad. A partir de ahí, se encontró con un astado que soltaba la cara a todo lo que tenía por delante y además lucia un calamocheo muy molesto. Comportamiento arisco, mansote y en definitiva muy deslucido. Cadaval tiró de bragueta y oficio para imponer su criterio. Hubo muletazo aislado de buen corte pero su oponente no le regaló ni una posibilidad. Pinchazo y más de media. Ovación tras aviso.


Precioso el cuarto, recogió de pitones, estrecho de sienes, bajo y morfológicamente en prototipo de la casa ganadera. Astado que lució buen tranco en el primer tercio pero que no dejó componer con el percal a Silvera. Empujó el de Villamarta por el pitón derecho en cada embroque con el capote. Una vara para cumplimentar el tramite. El cuarto llegó al último tercio con reticencias, algo mirón y al que había que llevarlo muy tapado para tirar de él. Este utrero tuvo embestida de mayor -de toro- con teclas, al que Silvera le hizo las cosas muy bien. Siempre expuso y aguantó ese segundo de dudas del utrero que hacia interminable debajo de la taleguilla. Ese chispa de emoción regado con el buen concepto del onubense hicieron que la obra fuera de mérito. Emilio subió de tono su labor en las postrimerías con una serie en el toreo fundamental de gran calado y un circular completo por la espalda ligado con uno enorme de pecho. Su exquisitez eran merecedora de premio pero el fallo a espadas le quitó la oreja que le hubiese abierto la Puerta Grande. Vuelta al ruedo.


El quinto estaba apretado, serio astado para cerrar el lote del portugués. Al segundo de su lote, lo recibió con un amplio surtido capotero y tremenda firmeza. Capacidad y variedad en un recibo de mucho oficio. Misma quietud en el quite y nuevamente variedad con el trapo rosa. Juanito brindó al respetable en los medios y allí comenzó con tres cambiaos por la de titánica exposición y un par de esos...el portugués muy decido y sobrado de oficio, exigió en demasía a su antagonista haciendo perder las manos y restándole poder en su viaje. Todo eso lo suplió Juanito se fajó con un valor sin alharacas y una sensacional capacidad que llama a voces un salto al escalafón mayor. Faena en los medios por ambos pitones y con un arrimón de órdago. Espadazo en la llena y dos orejas legítimas.


El sexto trajo en jaque a todos en la lidia con un desorden tremendo tras derribar al piquero. El utrero que marcaba mansedumbre correteaba el ruedo sin rumbo definido. Lo de varas fue de mentira visto lo visto. Cadaval brindó a Huelva. El sevillano lo sacó más allá de la ralla del tercio y le presentó la muleta muy adelante. Cadaval se acopló rápido al empuje del cierraplaza cogiéndole el aire por el pitón derecho. Por ese lado, hubo ligazón y compostura en sus formas haciendo del toreo fundamental sus mejores pasajes dentro de una faena interesante. Por el izquierdo, el natural con más tiempos entre sí y con la querencia del novillo, surgió de trazo largo y con limpieza. Labor merecedora de premio pero el atasco con los aceros le quitaron tal honor.


FICHA DEL FESTEJO


Plaza de toros de La Merced, Huelva. Primera de la feria de Colombinas. Novillada con picadores. Más de media plaza.

Novillos de Villamarta. Ovación para el enclasado abreplaza en el arrastre. Humillador y entregado pero de justo poder el segundo. Comportamiento arisco, mansote y en definitiva muy deslucido el del tercero. Novillo con teclas el cuarto. Manejable a menos el quinto. Mansote aunque manejable el sexto.

Emilio Silvera, oreja y vuelta al ruedo.

Juanito, oreja y dos orejas

Alfonso Cadaval, ovación tras aviso y silencio. 

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