Decepcionó Cuadri con un toro fogueado en el que Varea dio vuelta al ruedo y otro que hiere a Rafaelillo

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JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOS: PLAZA TOROS VALENCIA


Rafael Rubio “Rafaelillo”, Pepe Moral y Varea trenzaban el paseíllo este viernes en la primera corrida de toros de la Feria de Julio de Valencia. En el cartel, se lidiaban astados con el hierro de Hijos de Celestino Cuadri.


De mucho valor fueron las verónicas de Rafaelillo al serio primero, aplaudido con fuerza en el arrastre por su seria presencia. Al caballo derribó el animal al cogerlo por los pechos. Luego, en banderillas, cortó a los subalternos, que anduvieron listos a la hora de parear rápido. Con profesionalidad se lo sacó a los medios el murciano, en un inicio sometedor en el que se quedó cortísimo el de Cuadri. Ya en la primera tanda por la mano diestra y con el viento molestando, el toro le tiraba gañafones a la hora del embroque, levantaba la mirada e iba a por la taleguilla del matador. Manso y zorrón el animal, a la segunda enterró Rubio el acero.


Bien le meció el capote a la verónica Pepe Moral al segundo de Cuadri, otro animal con plaza al que remató bien la serie veroniquil de recibo. De largo puso en la primera vara al toro en los designios del piquero, pero marró en el primer encuentro, teniendo que rectificar. Discreto fue el quite de Varea, que remató con una media abelmontada. Ya con la muleta en la mano Moral, tras brindar al respetable, el de Los Palacios se lo sacó en media docena de pases por abajo. Y se crujió de toreo por el derecho en una primera serie de tragar quina, de hacer volar el sentimiento por encima de la razón que exigía un toro que echaba fuego en cada embroque. Acusó el de Cuadri el fortísimo primer puyazo que se llevó, y tuvo cabeza Moral para administrar terrenos y, sobre todo, tiempos. Dos medias series, seis muletazos a diestras, valieron para encender a una plaza que buscaba la emoción del toro-toro con el torero macho delante. Y le dio el sevillano lo que pedían. Los inoportunos pinchazos le quitaron el premio.


Discreto fue el saludo a la verónica de Varea al tercero, otro toro muy en Cuadri que lamentablemente se partió un pitón en el caballo. Varea corrió turno y el segundo de su lote le hizo pasar apuros en el saludo capoteril. Toro totalmente aplomado, que no le dio opción alguna al castellonense. Se puso, se cruzó, lo intentó y fue por el izquierdo por donde arañó algún compás lucido… dentro de la sequía de movilidad que tenía el de Cuadri.


Por el mismo cuello le pasó el cuarto a Rafaelillo en las dos largas cambiadas de inicio el cuarto, un toro que se puso complicado en el tercio de varas y que en banderillas también se lo puso complicado a una brillante cuadrilla del murciano. Por la mano izquierda se puso a torear Rubio al de Cuadri, un toro que se tenía las cosas guardadas y se las supo sacar por esa mano por abajo Rubio, conectando con el tendido. Entre el bullangueo de la banda y la colocación de un torero que quiso proponer de frente, logró el gobierno por la mano izquierda de un astado no fácil de hacer obedecer. Hasta que se le coló cuando se le acabó el tranco explosivo e hirió al torero, llevándolo los compañeros rápidamente a la enfermería. Lo mató con dignidad Moral.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Valencia. Segunda de abono de la feria de Julio. Corrida de toros. Más de media entrada.

Toros de Hijos de Celestino Cuadri, el sexto como sobrero.

Rafael Rubio “Rafaelillo”, silencio y herido.

Pepe Moral, silencio, silencio en el que mató por Rafaelillo y silencio tras aviso. 

Varea, silencio y vuelta. 

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