Única vuelta para Téllez en la novillada de Sevilla

PABLO LÓPEZ RIOBO / FOTOS: PAGÉS-TOROMEDIA

Ángel Sánchez, Diego Carretero y Ángel Téllez hacían el paseíllo, en la tarde de este domingo, en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla dentro de su abono. Una novillada de Guadaira servía como materia prima ganadera para la ocasión. Se presentaban hoy en Sevilla tres novilleros con un interesante porvenir. Tres jóvenes que pisaban por primera vez con el castoreno el albero maestrante. Esos que ya habían dado un toque de atención en la Capital del Reino y que hoy querían subirse al carro de las grandes ferias. Para ello tenían que dar un zarpazo y salir del cascarón que les ampara en las novilladas con picadores. Ese zarpazo que necesitan como el comer dos de ellos con las alternativas a la vuelta de la equina. Madrid y Alicante serán testigos de sus doctorados. Pero para no ser uno más y verse orillados tras su alternativa les era necesario salir de ese cascarón para pasar de promesas a realidades, esas realidades que anhela ver todo aficionado. Condiciones tienen, pero hay que dar ese paso adelante que los catapulte al escafón mayor para dejar de ser niños y convertirse en todo unos hombres. Hoy quisieron desquebrajar ese cascarón que les proteje, ese que les da cobijo en las ferias del circuito menor, los tres apuntaron pero no dispararon, el tiempo se les agota por culpa de un sistema que no mira al futuro, por ello hoy era una fecha clave para que sus nombres fueran apuntados en las agendas de los grandes empresarios, pero por unas cosas u otras el cascarón sigue sin romperse y por tanto unos se lo juegan todo a la carta de la alternativa mientras que el tercero en discordia tendrá que seguir peleando con los pollitos del corral en busca de otra oportunidad.

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El primero de la tarde fue un novillo de Guadaira noble pero medido de fortaleza y raza. Ante el estuvo un digno Ángel Sánchez, un novillero que la próxima semana se doctorará en Madrid como matador de Toros. Tuvo la virtud de la humillación el utrero, pero le faltó mayor entrega para ir hasta el final. Faena de pasajes sueltos de un madrileño que saco algún muletazo por ambos pitones de buen trazo. Novillero de gran concepto y cualidades, esas que hoy dejó a cuenta gotas en La Mestranza. El animal acusó esa falta de fuerzas, eso unido al molesto aire no dejó que la faena tomara vuelo. Tras la estocada Sánchez fue silenciado mientras que el de Guadaira se iba al desolladero entre palmas.

Justito de raza y motor fue el cuarto, un novillo de Fuente Ymbro noble pero muy sosito al cual Ángel Sánchez le realizó una faena pulcra pero a la que le faltó alma. Tuvo virtudes el animal y se las saco el madrileño en unas series iniciales limpias y de buen trazo. Se los quiere llevar tras la cadera y pulsearlos, cosa que se agradece, pero en esta ocasión pecó de frialdad en un trasteo de buenos pasajes pero que no caló en el respetable. Tras una buena estocada fue silenciado.

Recibió al segundo Carretero con mecidas verónicas con la rodilla genuflexa, lentas y templadas surgieron las mismas ante un novillo con gran clase. Esa clase que demostró en el peto, al cual empujó con casta y fijeza. Pero lo que se antojaba un posible utrero de triunfo se tornó en decepción al partirse este el pitón al derrotar -tras el último par de banderillas- contra un burladero nada más cambiarse el tercio. Salió el pañuelo verde mientras el de Hellín le enjaretaba una gran serie con la derecha al codicioso y entregado animal de Guadaira. La decepción era más que evidente en el rostro del joven espada. Se la jugó Carretero con el sobrero de Fuente Ymbro, tanto es así que en su ajustadísima portagayola el utrero acabó por arrancarle la hombrera derecha. Se movió sin clase el agrio animal en un comienzo de faena en el que todo fue exposición por parte del novillero, aunque eso sí, faltó algo de templanza en esos compases iniciales. Pero poco a poco fue metiendo en el canasto al animal en series de gran valor y exposición. Tuvo genio y temperamento el sobrero, pero eso no arredró al de Hellín, todo lo contrario, a base de un valor seco y unas muñecas templadas consiguió enjaretar en su muleta a un animal que sacó fondo. Los cambios de mano duraron media hora, volaron naturales de gran hondura y derechazos de figura erguida y mentón en el pecho. Le aguantó parones y miradas, se colocó siempre en el sitio hasta conseguir poderle a un animal con gran carácter. Su final de faena en la distancia corta acabó de convencer a una Maestranza que vio presentarse en Sevilla un novillero de gran potencial. Una estocada muy baja le privó de una justa oreja. Quedando todo en una ovación desde el tercio tras sonar un aviso. Entre palmas se fue el de Fuente Ymbro al desolladero.

Alto, grandón y fuera de tipo fue el que hizo quinto. Un novillo de Guadaira de nula condición. Peleó de forma desigual en varas y embistió a los capotes con la cara siempre a media altura, para llegar a la muleta muy venido a menos. Carretero se puso en el sitio, lo trató como si fuera bueno, toques suaves, muleta al hocico... pero ni por esas el animal le regaló una embestida. Acortó distancias y el novillo empezó a quedarse aún mas corto y a desparramar la vista. Aguantó parones y miradas en una labor seria. Tras una gran estocada fue silenciado.

El tercero de la tarde fue un extraordinario novillo de Fuente Ymbro por su clase y humillación. Un utero al que el madrileño dejó pasajes notables por ambos pitones pero al que no llegó a cuajar en toda su dimensión. Muy torero fue su inicio por bajo sacándose al animal hacia el tercio. Prosiguió con series templadas de muy buen trazo por el derecho ante un utrero más. Cuanto más lo sometías más se empleaba. Por el izquierdo su labor fue de menos a más. Dibujó naturales con regusto y personalidad, llevándose al animal siempre tras la cadera en una labor sincera, pero a la que le faltó un punto más de acoplamiento. Su final de faena tuvo sabor y torería ante un novillo que siempre embistió entregado. Un utrero para soñar el toreo por su embestida pastueña y al ralentí. Tras una estocada casi entera, algo caída y varios descabellos sonó un aviso y se esfumó la oreja. Finalmente saludó desde el tercio, siendo ovacionado justamente 'Boquiflojo' en el arrastre tras una faena interesante, de bellos pasajes pero a la que le faltó mayor rotundidad, lógica por otra parte, ya que hablamos de un novillero el cual se presentaba hoy en el coso del Baratillo.

Cerró plaza un ejemplar de Guadaira con dos puñales por delante. Muy dispuesto estuvo en su faena de muleta Téllez ante un utrero exento de clase. Sus embestidas a media altura le quitaron ligazón a un trasteo sincero. Siempre con toques suaves intentó acrecentar las embestidas del animal, pero este nunca quiso ir hacia adelante. Le dejó siempre la muleta muerta, desplazándolo sin toques bruscos. Por el derecho si tenía que darle un toque fijador al inicio del muletazo debido a la condición del astado. Muy de verdad fue su final de faena en los terrenos del toro, acortó distancias y ahí si le enjareto tres naturales sueltos de figura vertical. Tras una estocada a matar o morir se le pidió la oreja -de forma minoritaria- no siendo concedida por la presidencia. La vuelta al ruedo fue su premio final.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Segunda novillada con picadores del abono. En torno a media plaza en tarde agradable aunque con rachas de viento que molestaron en la lidia.

Novillos de Guadaira (1º-2º-5º-6º) y Fuente Ymbro (2º Bis-3º-4º). Desiguales de presentación y juego. Medido de raza y fuerza el noble primero; De gran clase y profundidad el bravo segundo (Devuelto tras partirse un pitón); De geniuda embestida el temperamental segundo bis; De gran clase y humillación el profundo tercero. Justo de raza y motor el noble cuarto; Desrazado y muy a menos el vasto quinto; De díscola embestida el desrazado sexto.

Ángel Sánchez (Chenel y oro): Silencio y Silencio.

Diego Carretero (Grana y oro): Ovación con saludos tras aviso y Silencio.

Ángel Téllez (Azul turquesa y oro): Ovación con saludos tras aviso y Vuelta al ruedo.

Incidencias: Se guardó un respetuoso minuto de silencio por la memoria de D.Ramón Vila Arenas, cirujano jefe de La Real Maestranza de Caballería de Sevilla.