Alejandro Gardel, tras la lidia del segundo novillo de la tarde, señaló al micrófono de Toros que “el novillo tenía motor y transmitía. La verdad es que me he encontrado por momentos. Era complicado acoplarse ya que a partir del segundo muletazo se empezaba a meter por dentro. Sobre todo, intento disfrutar delante de la cara del novillo con los muchos defectos que puedo tener ya que estamos empezando. Se hace lo que se puede”.
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